Conoces las marcas blancas, pero ¿cuáles son las marcas negras?

vaso negro y blanco
  • Las marcas blancas y las marcas negras en el mismo mercado


  • ¿Sabes lo que diferencia a una de la otra?

La industria agroalimentaria genera grandes cantidades de producto, de los cuáles desconocemos gran parte de su forma de producción y comercialización. Es un mercado, en ocasiones opaco por el ocultismo de las subcontrataciones, y en este terreno entran las marcas blancas y las marcas negras. Pero ¿qué es una y otra?, ¿en qué se diferencian?

El mercado de la industria agroalimentaria es opaco por el ocultismo de las subcontrataciones. Clic para tuitear

La más reconocida y de la que hablamos habitualmente es la marca blanca. Una marca blanca es una marca de producto, generalmente producida por una cadena de distribución, supermercado o hipermercado, que se valen de la misma para poder comercializar productos a precios más competitivos que otros fabricantes.

Son también conocidas como “marcas de distribuidor”, y en España se remontan a 1977, fecha desde la que tomaron este nombre porque sus envases eran de un mismo color y en ellos destaca el nombre genérico del producto de la categoría a la cual pertenecía.

Y entonces, ¿cuáles son las marcas negras? Generalmente a los fabricantes no les gusta hablar de este término porque no les gusta decir que tienen subcontratada la producción de sus productos. Ellos dejan de ser los únicos responsables de la creación del producto y su puesta en servicio en los lineales del supermercado.

Mientras que la estrategia de Mercadona, con productos de marcas como Hacendado, es surtirse de productos de bollería y cereales cuyo fabricante es Grupo Siro, la diferencia con las marcas negras es que estas, se venden a un precio mayor por estar bajo los estándares de calidad y posicionamiento de marcas conocidas.

El productor sigue siendo otro. Sin embargo, en el caso de las marcas negras no existe  transparencia a la hora de establecer quién es ese productor, como sí ocurre en el caso de las marcas blancas.

Es lo que ocurre por ejemplo con la marca Nesté, que para ahorrar costes de producción, subcontrata la elaboración de algunos de sus helados más conocidos, al igual que lo hace Danone con algunos de sus yogurese incluso Kellog’s con los productos que comercializa bajo su marca.

Con las marcas negras no existe transparencia a la hora de establecer quién es el productor. Clic para tuitear

¿Te suena R&R Ice Cream? Probablemente no, pero esta compañía fabricante de helados, que nació de la fusión de dos fabricantes de helados que se unieron en 2006. Empresas como Carrefour, Aldi o Lidl venden helados producidos por ellos, pero también Netlé, Oreo o Cadbury se nutren de sus productos, como es el caso de los helados de kit-kat o los populares Maxibon.

En casi todos los sectores se da este tipo de subcontratación, lo que ocurre es que es menos visible en el sector de la alimentación. En el caso de la industria automovilística, Antolín o Gestamp son los reyes del mercado fabrican la mayoría de piezas y componentes, de manera que un Audi, un coche Ford o uno Toyota, podrían llevar las mismas piezas.

Los consumidores realmente nos fiamos de nuestras marcas de referencia. Por eso en ocasiones el marketing cobra más relevancia que el coste de la producción. Esto se debe a que muchas compañías han generado valor alrededor de la propia marca y su comercialización frente a la competencia.

El marketing cobra más relevancia que el coste de la producción. Clic para tuitear