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Un nuevo fenómeno ha comenzado a tomar fuerza: Málaga y Valencia emergen como dos ciudades españolas atractivas para las agencias creativas, tanto nacionales como internacionales
La combinación de talento local, calidad de vida, ecosistemas digitales y costes operativos más bajos está provocando que muchos empiecen a mirar hacia Málaga y Valencia como las nuevas ciudades españolas atractivas para las agencias creativas y el establecimiento parcial o incluso total de sus equipos.
Málaga: punto de encuentro para empresas tecnológicas
Málaga ha pasado de ser un destino turístico a convertirse en uno de los centros tecnológicos y creativos más prometedores de España. El Polo Nacional de Contenidos Digitales, la apertura del centro de ciberseguridad de Google o el auge de startups creativas han transformado por completo el ecosistema de la ciudad.
Un reflejo claro de este cambio es el aumento de producciones internacionales de contenido digital que se graban, editan o conceptualizan desde Málaga. Plataformas como Netflix o HBO han comenzado a colaborar con productoras locales, mientras que varias agencias europeas han trasladado sus equipos de postproducción y diseño gráfico a la ciudad andaluza para aprovechar el talento emergente y el entorno colaborativo.
Valencia: diseño, sostenibilidad y talento joven
Valencia lleva años consolidando su identidad como ciudad de diseño. Su elección como Capital Mundial del Diseño 2022 marcó un antes y un después: más inversión, más visibilidad y un ambiente creativo que ahora atrae la atención de agencias de branding, diseño digital y producción audiovisual.
Además, la ciudad también apuesta por la integración de la sostenibilidad en los procesos creativos, convirtiéndose en un referente para las empresas que buscan innovar y contribuir al cuidado del medio ambiente. Este enfoque ha atraído a emprendedores y agencias que comparten el objetivo de generar un impacto positivo a través de la creatividad.
Más allá de Madrid y Barcelona
El auge de Málaga y Valencia no implica la caída de Madrid y Barcelona, pero sí señala una descentralización creciente del talento y la creatividad en España. Para muchas agencias internacionales, apostar por estas nuevas ciudades significa reducir costes sin renunciar a la calidad, acceder a talento fresco y ofrecer a sus equipos una mejor calidad de vida.
Además, el crecimiento de infraestructuras tecnológicas y el apoyo institucional en estas ciudades ha facilitado el establecimiento de nuevos hubs de innovación. Esto, combinado con la conexión directa con mercados internacionales y la posibilidad de vivir en entornos más relajados y accesibles, ha convertido a Málaga y Valencia en dos ciudades atractivas para las empresas creativas que buscan optimizar su funcionamiento y, a la vez, apostar por la calidad.