Paso atrás para Desigual

Paso atrás para Desigual
  • El grupo textil ha puesto fin a 20 años seguidos de subida de ventas.


  • La marca quiere dar un giro completo, cambiando su filosofía y el diseño de sus tiendas.

No corren buenos tiempos para Desigual. La empresa textil puso en 2015 final a 20 años seguidos de subida de ventas. El grupo catalán cerró el año con una caída del 3% en la facturación, hasta los 933 millones de euros. Unos datos que no hacen si no confirmar la mala evolución de los últimos trimestres, que ya evidenciaban la caída.

El fuerte ritmo de aperturas en 2014, con más de 110 nuevas tiendas, no se ha traducido en una mejora del negocio. Es por esto que el grupo catalán reenfocará su estrategia para los próximos años con dos nuevos planes, uno a corto plazo para retomar la rentabilidad y otro a medio y largo plazo para impulsar de nuevo la tendencia positiva para el futuro.

La primera de las estrategias pasa por poner el foco en los principales países donde la compañía tiene presencia, España, Francia, Italia y Alemania, que son además donde los resultados han sido más flojos, de manera que se puedan optimizar los puntos de venta. En cuanto a la estrategia a largo plazo, el grupo quiere hacer un giro más radical, cambiando su filosofía y el diseño de sus tiendas.

La tercera de las medidas más importantes contemplada en el plan es la apuesta por la omnicanalidad. De esta manera, el grupo aglutina su estrategia de venta en un solo equipo, y no dividido entre canales como hasta ahora. La empresa buscará aumentar su catálogo y sus ventas por internet, una tendencia común en todo el sector.

Toda empresa se enfrenta hoy en día a tres grandes retos:

• Saber adaptarse con éxito al reto de la globalización.

• Poder vender en época de turbulencias.

• La plena integración en el mundo digital.

No nos debe sorprender la velocidad a la que está cambiando el mercado actual, y lo que esto está suponiendo para las empresas, profesionales y clientes. Es por esto que las marcas, independientemente de su tamaño o sector, deben adaptar sus estrategias de negocio al siglo XXI, orientando su actividad al verdadero protagonista de este siglo, el cliente.