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La verdadera disrupción no es la IA, sino aprender a trabajar con ella. Erika Sánchez lo deja claro: liderar hoy exige estrategia, humanidad y procesos claros antes que algoritmos.
En principio no se trata de ver si la inteligencia artificial va a ganarle el pulso a la humana.
Tampoco de dar la espalda a la realidad del mercado. Se trata de entender que la IA ha venido a quedarse, ya que, es una herramienta muy especial.
Y como toda herramienta, puede usarse para construir o para destruir.
También tengo claro que: la actividad humana siempre será necesaria, y si no recordemos el reciente apagón sufrido en España.
Llevamos millones de años evolucionando, y ahora quieren hacernos creer que una tecnología como la IA que responde rápido ya nos superó. No lo creo. Lo que sí creo es que estamos ante un punto de inflexión total: o hacemos equipo con la IA, o seremos arrastrados por modas que ni entendemos ni controlamos.
Hace décadas, los trabajadores se formaban para encajar en la fábrica.
Después vinieron los ordenadores, cursos de liderazgo, el coaching, las habilidades blandas.
Hoy… muchos aún no saben si la IA es su enemiga o su aliada.
Y no es culpa de ellos. Es que nadie nos enseñó a convivir con algo tan poderoso y tan frío al mismo tiempo.
Recuerdo una clienta que me pidió:
— “Quiero IA en todos los procesos.”
Le pregunté:
— “¿Qué procesos?”
Y no supo responder.
Ese es el problema real: queremos que la IA nos ordene el caos que nosotros mismos no hemos querido mirar.
Nos saltamos lo básico: tener claridad. Flujos de trabajo. Gente que sepa qué hace, para qué y cómo.
¿De verdad esperamos que una tecnología nos dé orden cuando ni siquiera sabemos delegar bien en humanos?
Y luego está esa frase que escucho a diario:
— “Es que mi equipo no está digitalizado.”
¿Y qué es estar digitalizado hoy? ¿Tener mil apps en el móvil? ¿Saber usar Notion, Slack, ChatGPT, Trello y mil más? ¿O tener actitud para aprender lo que haga falta?
Me parece que estamos esperando de los humanos lo que solo puede hacer la IA, y de la IA lo que solo puede dar un ser humano. Ese es el error. Y ese es el reto.
¿Y qué puede hacer hoy un directivo para liderar con IA sin perder el factor humano?
- Estructura tus procesos antes de hablar de IA. Si no sabes qué tienes, no sabrás qué automatizar.
- Escucha a tu equipo. Algunos necesitan formación, otros solo necesitan permiso para probar.
- Ten visión. No pongas IA solo por moda, hazlo por estrategia.
- Lidera con humanidad. La IA analiza, pero tú decides. La empatía no se subcontrata.
- Aprovecha el momento. Las reglas del juego han cambiado. Pero el jugador sigue siendo el mismo: tú.
No se trata de que la IA piense por nosotros.
Se trata de pensar mejor porque la tenemos cerca.
Y si sabemos integrarla con sentido común, visión y liderazgo, la tecnología será nuestro mejor socio, no nuestra excusa.