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Los candidatos deben demostrar sus conocimientos en marketing y su capacidad de oratoria
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El despacho de abogados Ontier está revolucionado la forma de captar talento
El despacho de abogados Ontier está revolucionado la forma de captar talento. Mediante un método propio, han convertido su proceso de selección en una campaña de marketing para los candidatos. Lo califican como una mezcla de Gran Hermano, MasterChef, y Oficial y Caballero, por la convivencia, la experiencia, la presión, y el esfuerzo que supone. Son pioneros en esta forma de elegir a sus nuevas incorporaciones, y desde la empresa confiesan que varios directores de recursos humanos han mostrado interés en imitarlo.
La campaña se inició con la selección de personajes históricos que son relevantes por su forma de hacer las cosas, su creatividad y su valentía a la hora de afrontar retos. Los escogidos fueron el físico Albert Einstein, el primer ministro británico Winston Churchill, la aviadora Amelia Earthart, el político y pensador Mahatma Gandhi y la Madre Teresa de Calcuta. Con cada uno de estas personalidades identificaron los valores de su marca.
Bajo el hashtag #ontiernoeslomismo lanzaron esta iniciativa con la finalidad de reclutar talento para su firma. Este despacho quiere alejarse del perfil tradicional de su sector y confía para ello en estrategias propias de marketing y ventas. Los aspirantes debían enviar sus candidaturas para poder participar en el proceso de selección que tuvo lugar la pasada semana.
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Creatividad y trabajo en equipo, la base de su proceso de selección
Después de realizar una criba de currículos, los candidatos seleccionados asistieron a su escuela de talento en Oviedo durante tres días. Allí los tribunales integrados por clientes, profesionales de diversos sectores, abogados y directivos del despacho, se encargaron de evaluar y seleccionar a los nuevos integrantes de Ontier.
La multinacional española con 21 oficinas en 14 países, realiza un proceso de selección inusual. Lejos de las largas entrevistas y los test de aptitud han decidido avanzar y adaptarlo a las necesidades de su empresa. El primer paso es presentarse a sí mismo en apenas un minuto y explicar porque quieren formar parte de la empresa.
En el resto de pruebas no sólo deben exponer sus conocimientos jurídicos mediante la resolución de un caso, sino que tienen que demostrar que son creativos, innovadores, saben trabajar en equipo, conocen las estrategias de marketing y ventas, y dominan la oratoria.
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En la compañía destacan su búsqueda de “buenas personas, generosas, divertidas y sin miedo a pedir perdón y equivocarse”.
En esta segunda edición, los 30 candidatos tuvieron que construir y vender un producto con materiales tan simples como pajitas, papel cebolla, una percha, un CD, una vela y pinzas de la ropa. El tribunal se encarga de hacer preguntas y observaciones sobre el producto en cuestión, pudiendo evaluar así la capacidad de reacción de cada uno de los aspirantes. Todas las pruebas son contrarreloj, e incluyen la grabación de un anuncio sobre un producto o un debate. La finalidad es conocer al candidato como profesional y persona, más allá de por un papel en el que se expone su experiencia y su recorrido académico.
Además, la empresa lo enfoca como una forma de hacer networking y establecer lazos entre participantes. Gracias a actividades y cenas convierten un aburrido proceso de selección en toda una experiencia para sus futuros empleados, hacen que los candidatos se enamoren de Ontier.
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