Emprender con éxito

La semana pasada se celebró la “Global Entrepeneurship Week” una iniciativa que reunió a más de un centenar de países en torno a la idea de que el mayor valor para las economías locales lo generan los emprendedores y empresarios.

Los emprendedores en nuestro país se encuentran con siete obstáculos para poner en marcha nuevas empresas:

1.Financiación. Sigue siendo el principal caballo de batalla las empresas, sobre todo, sobre todo, de aquellas con menor poder de negociación, las pequeñas y medianas. Una encuesta reciente de las Cámaras de Comercio señala que el 85% de las pymes, más de un millón, que ha intentado acceder a financiación ajena, ha tenido problemas.

2.Inversión. La inversión privada puede constituir un empuje importante para las pymes, pero hoy los inversores son más cautos que hace unos años.

3.Trabas burocráticas. Hasta una decena de trámites diferentes son necesarios para abrir una empresa en España: registro, notario, licencias de apertura, altas en la Seguridad Social, entre otros; frente a los cinco de media en los países de la OCDE. La obtención de licencias puede retrasar hasta en dos meses la apertura de la empresa.

4.Miedo al fracaso. Para que los jóvenes españoles se aventuren es preciso difundir la idea de que emprender siempre es un paso adelante, incluso aunque no funcione y haya que echar el cierre.

5.Salto al exterior. Muchas empresas españolas se han acomodado en el mercado local; el idioma, el desconocimiento de los mercados y el escaso uso de la tecnología han sido algunas de las trabas con que se han topado. Las pymes necesitan abrir fronteras para convertirse en empresas globales. Muchas de ellas están sobreviviendo a la crisis gracias a las exportaciones.

6.Retraso tecnológico. Las nuevas tecnologías son otro de los obstáculos con los que topa el emprendedor español. Sólo 47 de cada cien pymes de nuestro país tiene página web. Asimismo, un estudio de AEPIC del año 2009 revelaba que el 9,4% de las micropymes.

7.Ayudas y subvenciones. A veces por parte de los emprendedores se considera un “trabajo extra”. Por este motivo, la mayoría de los negocios salen adelante sin ayudas oficiales. Según los datos de la Cámara de Comercio, apenas un 0,7% de las empresas dispone de dinero subvencionado en su capital de arranque.