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Ha recibido más de 108.000 visitantes, un 7% más que en 2016, y han participado más de 2.300 empresas.
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Deja en la ciudad un impacto económico estimado en 465 millones de euros.
Barcelona se ha erigido durante toda esta semana como la capital de la industria del móvil tras albergar un año más una nueva edición del Mobile World Congress, y su organización ha aprobado con muy buena nota. El Mobile World Congress dijo ayer adiós a cuatro intensos días en los que, según los organizadores, se han acercado más de 108.000 visitantes, un 7% más que en la edición anterior, y han participado más de 2.300 empresas.
Un evento más allá de la telefonía móvil
Aunque tradicionalmente el punto de partida de este congreso ha sido siempre la telefonía móvil, poner en conocimiento del mercado nuevos modelos y marcas, lo cierto es que la edición de este año ha ido un paso más allá consiguiendo extender la huella digital a otros sectores como el de las finanzas, la automoción o el entretenimiento. Este último ha contado con la intervención del consejero delegado de Netflix, Reed Hastings o el de Pokemo Go, John Hanke.
El #MWC2017 ha conseguido extender la huella digital a otros sectores más allá del móvil Clic para tuitear
Aunque hay que destacar también que la estrella del evento no fue otra que la presentación del nuevo Nokia 3310, en general, la telefonía ha dejado paso a otras cuestiones como el Big Data, la Inteligencia Artificial, el 5G o el Internet de las Cosas sobre las que gravitaron las diferentes ponencias.
Evento referencia para las startups
Conscientes del impacto que tiene en el mercado la creación de nuevas startups, este año el MWC se ha convertido también en un buen escaparate para numerosas startups que recién empiezan su andadura como MintLabs, Workkola, Worldcoo, Mistery Vibe u Oval, gracias al 4YFN y en la que han participado más de 19.000 visitantes.
El #MWC2017 ha supuesto también un buen escaparate para numerosas startups que recién empiezan Clic para tuitear
Valoración más que positiva
Tras los fantasmas de la edición pasada, en la que la huelga de transporte público fue fruto de numerosas críticas por su mala gestión, la ciudad condal ha recuperado prestigio y la buena marcha de esta edición ha terminado de reforzar a la ciudad de Barcelona y al Mobile World Congress como el evento referente y más importante del sector de las comunicaciones, que deja además en la ciudad un impacto económico estimado en 465 millones de euros.
“Como organización del salón, estamos muy satisfechos de que haya una valoración muy positiva no solo de los expositores sino también de los visitantes”, ha afirmado Constantí Serrallonga, director general de Fira de Barcelona.
