El Empleo Inteligente ocupa el sillón del Teletrabajo

Trabajo inteligente ocupa el puesto del teletrabajo
  • Requiere madurez profesional de las empresas y autonomía para el trabajador


  • Hace crecer en eficacia y productividad

Mucho se ha hablado en los últimos años del teletrabajo como fórmula para flexibilizar el horario de los trabajadores y facilitar la conciliación familiar, pero verdaderamente, ¿ha cumplido este modelo con las expectativas de las empresas?

Tras una época de constantes tropiezos, las compañías están apostando por el Smart-Working, un paso más allá de trabajar en el propio domicilio que abarca ahora la posibilidad de realizar las tareas desde cualquier lugar del mundo. El único requisito es permanecer conectado a las nuevas tecnologías y grandes dosis organizativas por parte del propio trabajador.

El Smart-Working: el método de las empresas maduras

“El teletrabajo ha hecho mucho daño. Las organizaciones no han entendido el concepto y lo han utilizado mal, por eso algunas han dado marcha atrás en los modelos que habían implantado”, asevera el responsable de talento de ING, Andrés Ortega.

En este sentido el Smart-Working puede darse en esas compañías con la suficiente madurez profesional como para que sus trabajadores puedan distribuirse por sí mismo sus tareas y discernir entre  las que requieren su presencia física y cuáles pueden ser atendidas de manera virtual.

Esta fórmula de trabajo requiere además que los empleados conozcan muy bien los objetivos que la empresa pretende alcanzar, el tiempo del que dispone para lograrlos y sobre todo, contar con la tecnología necesaria.

Crecer en eficacia y productividad

Ortega incide además en que de esta manera las compañíascrecen en eficacia y productividad poniendo el poder en manos de sus trabajadores”, porque de lo que se trata es de flexibilizar al máximo la autonomía de las personas más que sus propios horarios. A este respecto, el responsable de talento de ING señalaba la mala política empresarial que se aplica cuando se “castiga” al empleado que desarrolla su trabajo desde casa frente al que “calienta la silla”.

#SmartWorking trata de flexibilizar al máximo la autonomía de las personas más que sus horarios Clic para tuitear

Un salario emocional

Para Josep Velasco, director comercial en Robotics, “el empleado valora que se le ofrezca cierta autonomía en este sentido, mucho más allá del sueldo que percibe. Es lo que se llama salario emocional”.

A pesar de todo, la incursión del teletrabajo en España es todavía un proceso lento que solo alcanza al 7% de los empleados y a un 13% de las empresas, según un estudio de la Organización Internacional del trabajo y Eurofound.

El #teletrabajo en España solo alcanza todavía al 7% de los empleados y a un 13% de las empresas Clic para tuitear

El trabajo, por tanto, ya no reside donde está la persona, sino donde la tecnología permite que pueda desarrollarse. Soluciones como el correo electrónico, la nube  o las videoconferencias han hecho esto posible.

La lenta incorporación del Trabajo Inteligente en España pone de manifiesto el recelo de las empresas a dar autonomía a sus trabajadores y pensar por ellos. “Cuando piensas por otros, tiendes a poner a su disposición herramientas que tienen un uso indebido o que no se optimiza”, indica Ortega.

El #TrabajoInteligente en España pone de manifiesto el recelo a dar autonomía a los trabajadores Clic para tuitear

La capitalización de todo este potencial del Smart-Working pasará por poner al trabajador en el centro del proceso laboral y dotarlo de las herramientas para que pueda desarrollar sus tareas en condiciones de confianza mutua y profesionalidad con la empresa.