Tras el Big Data llega el Smart Data

• El smart data nace como necesidad de aportar conocimiento a la gran cantidad de información recopilada.

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• Aportar valor a los datos permitirá soluciones que se adapten a la necesidad del consumidor.

Actualmente las empresas de todos los sectores e independientemente de su tamaño necesitan conocer al consumidor para ofrecerle aquellas soluciones que realmente demanda. Por ello muchas empresas se han lanzado a la caza del big data, es decir, la recopilación de ingentes cantidades de datos del mercado y sus consumidores, para intentar averiguar bajo qué parámetros se guían.

Sin embargo aquellos factores que no son cuantificables, como los sentimientos o las emociones de los consumidores (tan importantes en el proceso de compra) se escapan al big data. Esto ha provocado el nacimiento de una nueva corriente, el smart data.

¿Qué es el smart data?

El smart data nace como necesidad de transformar las grandes cantidades de datos en una información verdaderamente útil para la posterior toma de decisiones. Podríamos decir básicamente que es aportar un valor o conocimiento a los datos para que guíen a la empresa en la posterior realización de sus estrategias de negocio. Mientras que el big data trata la información desde un punto de vista generalizado y de manera anónima, el smart data trata de aportar un punto de vista diferente, generando insights valiosos.

Hace años el reto consistía en adquirir estos datos para su posterior almacenamiento. Sin embargo hoy en día es fundamental aportar algo más a esta información, dotándola de inteligencia para poder aplicarla de manera real a las necesidades de los consumidores. Y aquí radica uno de los verdaderos retos para el marketing en el siglo XXI, saber el cómo, cuándo, dónde y por qué de las necesidades y hábitos de consumo de las personas.

No nos equivoquemos, estamos rodeados de información que podemos adquirir fácilmente en cualquier momento. Sin embargo esto no vale de nada si no sabemos realmente qué hacer con ella y cómo aplicarla. Y es que la ventaja competitiva hoy en día no radica en el almacenamiento de un gran volumen de datos, sino en sacar un verdadero provecho de ellos.

Únicamente a través de generar valor a estos datos, las empresas podrán construir unas estrategias de negocios eficaces, así como un modelo de comportamiento de los consumidores que permita al departamento de marketing maximizar sus campañas, generando experiencias y soluciones que se adapten a la realidad del consumidor.

Por ello también será necesario aportar las dosis de analítica necesaria que permita transformar estos datos en decisiones empresariales. Se trata además de un proceso que podrá resultar de gran ayuda en el futuro, pues nos permitirá predecir algunas de las futuras tendencias del mercado.