El sector del vino a la cola de la transformación digital

A pesar de la importancia que está adquiriendo la transformación digital en todo el tejido empresarial, un sector tan relevante en nuestro país como es el del vino no acaba de adaptarse.
  • Solo el 20% de las bodegas supera las 10.000 visitas mensuales en la web


  • El retraso digital se debe en parte a la importancia de la exportación en la industria vinícola

A pesar de la importancia que está adquiriendo la transformación digital en todo el tejido empresarial, un sector tan relevante en nuestro país como es el del vino no acaba de adaptarse. Así lo pone de manifiesto el estudio realizado por Marketing Raw, donde se ha indagado en el comportamiento digital de la industria vinícola en España. La investigación ha tenido en cuenta tanto la penetración, como la relación que existe entre las acciones digitales y la facturación, así como el reconocimiento online de las marcas. La principal conclusión que se ha extraído es que solo el 20% de las bodegas supera las 10.000 visitas mensuales en la web, un porcentaje poco significativo teniendo en cuenta que en otros sectores como el financiero este se eleva hasta el 80%. Se debe destacar que según los datos del INE al cierre de 2017, en España hay 4.000 bodegas de vino operativas.

En el informe se ha tenido en cuenta una muestra de 200 bodegas con una facturación superior a los tres millones de euros anuales. Los resultados reflejan que más de la mitad de las firmas analizadas tienen una página web desde hace 14 años. Aun así, el total de ellas suman 800.00 búsquedas al mes, y cuentan con un tráfico total de 1,3 millones de visitas web mensuales. La mayoría del tráfico viene dado por búsquedas orgánicas, dato que coincide con la falta de contenidos propios, otro aspecto que se tiene muy descuidado.

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La incorporación al mundo digital, una asignatura pendiente

Todo lo anterior revela que la situación en la que se encuentra la industria repercute en la calma que se está tomando para adaptarse al mundo digital. Se trata de un sector tradicionalmente familiar con una cultura muy arraigada y uno procesos de modernización mucho más lentos.

Rebeca Toribio, directora de Marketing Raw y una de las responsables del informe, indica que parte de la tardía actualización de las bodegas se debe al peso de la exportación. El pasado año las bodegas españolas encabezaron el mercado mundial del vino con una facturación de 2.850 millones de euros, así lo revelan los datos del Observatorio Español de los Mercados del Vino. “Cuando el objetivo es vender grandes cantidades fuera del país, la plataforma web y las redes sociales no tienen tanta importancia”, comenta.

La tardía actualización digital de las bodegas españolas se debe al peso de la exportación en la industria Clic para tuitear

Las redes sociales acercan el vino al público joven

La falta de actualización de las páginas web se traduce en la facturación y en el posicionamiento web de la marca. Trabajar las herramientas digitales así como las redes sociales ayuda a acercar el producto a un público menor de 35 años. En este target están interesadas muchas firmas y no deben olvidarse del entorno en el que estos consumen. Entre las redes, Facebook es la más elegidas por el sector del vino español. Cuentan con una comunidad total que alcanza los 4 millones de seguidores, aunque la mayor parte de ellas no supera los 5.000 followers en sus páginas. Los datos arrojan una gran oportunidad de crecimiento, ya que 3,5 millones de usuarios de Facebook se muestran interesados en el vino español, por lo que es muy interesante trabar el branding en esta red.

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Otras formas de dar a conocer el sector vinícola

Potenciar el enoturismo puede ser es una de las maneras de impulsar la marcar, no se trata solo vender vino, sino una experiencia en torno a él. Este tipo de ocio ayuda a mejorar la reputación de la marca, por lo que proponer catas y organizar eventos con el vino como tema central puede suponer una buena forma de posicionar la firma. Otra opción para acercar el producto a los consumidores es desplazarse a dónde están ellos, salir de las bodegas y recorrer parajes para potenciar el consumo.