Inbound Marketing para conquistar al consumidor

• La relación entre las marcas y los consumidores ha cambiado de forma radical.

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• El Inbound Marketing quiere atraer al consumidor a la marca.

El auge de las nuevas herramientas tecnológicas y la digitalización han contribuido a que la relación que existe entre el consumidor y la marca haya cambiado. Nuevas formas de comunicarse, mayores oportunidades para obtener información y la posibilidad de comprar a golpe de click son solo algunos de los factores por los que se destaca esta época. Por todo esto, las marcas se han visto obligadas a reposicionar sus estrategias de marketing para conseguir posicionarse en el top of mind de los clientes.

Con ello ha surgido lo que se conoce como Inbound Marketing, que definimos de la siguiente manera: también conocido como marketing de atracción, consiste en que el consumidor se vea atraído por nuestra marca, sin necesidad de que esta vaya en su busca. Esto se realiza ofreciendo contenidos atractivos e interesantes para el cliente potencial.

Esto se traduce en que las marcas deben generar una serie de experiencias de compra, que conquisten de manera emotiva al consumidor. Asimismo es fundamental que la publicidad que realicemos no sea invasiva, puesto que vivimos en un mundo permanentemente conectado y estamos las 24 horas del día expuestos a infinidad de anuncios, tanto en la calle como en internet. De esta manera, si provocamos que sea el cliente el que busque nuestra web, habremos adquirido una ventaja competitiva muy importante.

Una vez dentro de nuestra web, el propio cliente será el encargado de navegar e investigar entre nuestros productos o servicios. A su vez podremos obtener sus datos para mandarles diferentes ofertas que sean de su interés.

Podríamos concretar que el Inbound Marketing cuenta con tres fases diferenciadas:

• Atracción del consumidor hacia nuestra web, ya sea a través de redes sociales o a través del propio posicionamiento, tanto SEO como SEM.
• Convertir a esos consumidores en clientes potenciales, ofreciéndoles información acerca de nuestros productos, mostrando nuestro valor añadido frente a otras marcas.
• Conseguir que los clientes pasen de potenciales a reales. Conquistar definitivamente la mente de aquella persona que ha llegado a nosotros, para terminar vendiéndole nuestro producto y lograr fidelizarla.