Más de 10 años lleva Ikea intentando abrir una tienda en Valencia, de hecho, es la única ciudad con más de un millón de habitantes de Europa que no tiene todavía uno de sus establecimientos.
Muchas son las trabas a las que la marca sueca se enfrenta para poner en marcha el proyecto. Si hace unos años el presidente de la Federación Empresarial de la Madera y Mueble de la Comunidad Valenciana, Vicente Folgado, insistía en que la llegada de Ikea era mala para el sector del mueble, recientemente la cosa se ha vuelto a poner fea de la mano de Lorenzo Agustí, alcalde de Paterna, población a cinco kilómetros de la capital y posible emplazamiento de Ikea Valencia. Las causas de este nuevo desamor son las discrepancias en las negociaciones entre el ayuntamiento y la multinacional del mueble, lo que ha obligado a Ikea a redecorar sus planes y posponer su apertura, programada para agosto de 2012.
Lo que en el Foro Internacional de Marketing no tenemos claro es si el Ayuntamiento de Paterna sabe que el proyecto supone una inversión de 220 millones de euros, la creación de 2.000 puestos de empleo directos y otros tantos temporales durante las obras. Además de las sinergias que el establecimiento de Ikea en la región podría generar… Mayor actividad comercial en la zona que podría llevar a la apertura de nuevos negocios, crecimiento de la riqueza de la localidad, dinero para nuevas inversiones… Y si el Ayuntamiento se anima, quizá se podrían buscar incluso acuerdos de fabricación con la compañía sueca, para que en lugar de producir en otros países, lo haga en la zona.