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La cercanía con el cliente debe ser la principal apuesta de los grandes grupos de distribución.
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Se trata de atraer a clientes que nunca acuden a la periferia de la ciudad a comprar.
El mercado actual es un mercado muy cambiante, con unos consumidores cuyas demandas y preferencias también varían continuamente, volviéndose más exigentes, evaluando cada aspecto –desde el precio, la marca o incluso la cercanía- y girando en torno a unas rutinas que, por motivos laborales o personales, dejan poco tiempo a las compras físicas.
Diseñar negocios ajustados a los hábitos y necesidades de los consumidores es el principal reto de los grandes grupos de distribución que crecieron en el extrarradio de las ciudades y se están desplazando hacia el centro de éstas para ser capaces de satisfacer a este nicho de mercado, que muestra un perfil más urbanita y que a la hora de realizar sus compras ya no se desplazan a la periferia. Es el caso de Leroy Merlín que sigue la senda de MediaMark, Decathlon o Primark. Según su director de desarrollo en España, Juan Sevillano, el grupo tiene intención de acercarse a la almendra central de Madrid y para ello están llevando a cabo una búsqueda activa, aunque no lo consideran incompatible con seguir creciendo fuera del centro de la ciudad. Los planes de Leroy Merlin pasan por ubicarse primero en Madrid y una vez consolidados centrarse en ciudades como Barcelona o Bilbao.
Las grandes firmas se desplaza hacia el centro de la ciudad para satisfacer a perfiles más urbanitas Clic para tuitear
Nadie duda de cómo uno de los últimos referentes para las grandes cadenas a la hora de implantar su modelo de negocio, y sobre todo durante la crisis, es la proximidad. Se trata de hacer la experiencia de compra del usuario lo más satisfactoria posible, minimizando cualquier impedimento, en este caso el de la ubicación. Pero a la hora de buscar estos nuevos emplazamientos el camino no resulta tan fácil. La gran mayoría se muestran muy exigentes para evitar que el resultado sea negativo y por ello la principal dificultad ante la que se enfrentan es la de encontrar una ubicación óptima que se adapte a las exigencias del formato que buscan, y en la que factores como los altos alquileres pueda hacer mella en la política de precios de cada compañía.
La cercanía puede ayudar a que la experiencia de compra del usuario sea lo más satisfactoria posible Clic para tuitear
Aunque en nuestro mercado existe un claro ejemplo de éxito, se trata de la firma irlandesa de ropa, Primark, quién apostó por acercarse al centro de Madrid, y que ha ganado con éxito. Un establecimiento que se hizo fuerte en nuestro mercado de la mano de las grandes superficies hasta que el pasado mes de octubre desembarcó con la mayor tienda de ropa del país en plena Gran Vía madrileña. Consiguiendo alcanzar grandes cifras de ventas.
Si Leroy Merlín quiere seguir la senda de Primark, debe huir de estrategias y formas de distribución caducas, como puede ser ubicarse en la periferia por costes más baratos, y apostar en beneficio de la cercanía con el cliente. Y para encontrar la fórmula correcta para conseguir fidelizar clientes hay que apostar por una buena estrategia de marketing, que les haga diferenciarse del resto de grupos de distribución y conseguir cuota de mercado.