¿Es falso todo lo que vemos en internet?

Todo lo que no es tan real de internet
  • La publicidad digital puede falsificarse


  • Las métricas no siempre son exactas

Internet se ha convertido en nuestro método de consulta habitual y en la principal fuente de información, pero ¿podemos confiar en los datos que nos ofrece la red de redes?

La publicidad digital puede falsificarse

La publicidad en internet copa gran parte de la inversión de las compañías y todo empresario debe estar muy atento a qué entidad le encomienda esta función. En un momento en el que el volumen parece ser lo único importante, engordar estas cantidades con trucos poco recomendables puede llevar a que el cliente crea cumplidos sus objetivos aunque la realidad sea distinta.

El pasado noviembre se destapó uno de los mayores fraudes en publicidad digital en Estados Unidos. Los estafadores simularon que los anuncios que se habían contratado aparecían en webs premium como Vogue y recibían un volumen de visitas que no era real.

Infectaron casi dos millones de ordenadores con malware que redirigía el tráfico a sitios web falsificados y falsificaron las visitas con bots que imitaban el comportamiento humano a la perfección. Este software era capaz de  reproducir los clics, los movimientos de ratón o el inicio de sesión en redes sociales, como si se tratase de personas de carne y hueso. En esta trama todo era falso menos los anuncios y las personas afectadas.

Esto nos lleva a dos preguntas:

¿Podemos confiar en las métricas?

Se supone que las métricas son los datos más reales de internet puesto que son rastreables y verificables, y es precisamente su existencia lo que sostiene todo el negocio de la publicidad digital.

La realidad es que ni el mismísimo Facebook, unos de los gigantes en este ámbito, puede ofrecer datos exactos. La red social ha admitido haber brindado cifras incorrectas  en el alcance de las publicaciones en páginas, el tiempo de lectura de los artículos y la cantidad de tráfico de referencia a sitios web externos, entre otros.

¿Y en las personas?

Los estudios apuntan que menos del 60 por ciento del tráfico web es humano, la mayoría está producido por bots. Quizá deberíamos empezar a tener en cuenta que ni siquiera las personas son reales.

Los estudios apuntan que menos del 60 por ciento del tráfico web es humano, la mayoría está producido por bots. Clic para tuitear

Un bot es claramente tecnología disfrazada, pero no es el único fraude ante el que podemos encontrarnos, existen también humanos que se hacen pasar por otros humanos, o directamente por bots.

Una vorágine de trucos para falsificar la actividad de unos y otros. No hay más que mirar las granjas de bots, miles de smartphones colocados en paneles visualizando vídeos o descargando aplicaciones para aumentar las cifras.

Fake News: bulos y rumores que internet convierte en noticias

Las conocidas como fake news o noticias falsas son un tema recurrente al hablar de internet, se trata de bulos que gracias a la viralidad acaban asumiéndose como noticia y lo único que generan es desinformación.

Un reciente estudio publicado en la revista Science por un grupo de investigadores del MIT afirma que las informaciones falsas se propagan más rápido que las verdaderas en todas las categorías. Estos bulos reciben una media del 70% más de retuits que las informaciones veraces.

Un estudio publicado en la revista Science por un grupo de investigadores del MIT afirma que las informaciones falsas se propagan más rápido que las verdaderas en todas las categorías. Clic para tuitear

¿Quiénes las difunden?

El perfil de usuario que propaga estas fake news a través de internet, y hace que su recorrido sea mayor, no suele tener muchos seguidores, lleva poco tiempo en Twitter y no es demasiado activo. Al contrario de lo que cabría esperar, no se trata de cuentas relevantes.

El perfil de usuario que propaga fake news a través de internet, no suele tener muchos seguidores, lleva poco tiempo en Twitter y no es demasiado activo. Clic para tuitear

En cuanto a la viralización de los contenidos, el estudio arroja que los bots contribuyen a la difusión de noticias verdaderas y falsas por igual. Esto significa que son los humanos quienes favorecen la propagación de los bulos.

Ante esto los investigadores recomiendan enfatizar más en el comportamiento de las personas y no enfocarse únicamente en las restricciones de los robots.