España es un país poco productivo, desde el punto de vista temporal. Es necesario gestionar mejor el tiempo para que los resultados sean mucho más eficientes. Hemos querido recoger un artículo que nos resulta interesante sobre el tema, recogido en el diario Cinco Días.
Los horarios y costumbres españolas, singulares en algunos casos respecto a Europa, hacen que la vuelta al trabajo cueste más tras el parón estival. Consciente de ello, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha publicado una serie de recomendaciones para una vuelta a la normalidad sin problemas. Ignacio Buqueras, presidente de Arhoe –órgano jurídico de la comisión- afirma que “se ha de gestionar nuestro tiempo para evitar que la vuelta a la normalidad suponga un trauma. Los españoles no tenemos el hábito de seguir horarios racionales, y pasamos del todo a la nada sin ningún tipo de transición”. Arhoe tiene objetivos como la conciliación de vida laboral y personal, mejorar la calidad de vida o cuidar y mantener hábitos saludables. Por ello propone 10 consejos para afrontar el nuevo periodo laboral de energía.
Los horarios y costumbres españolas, singulares en algunos casos respecto a Europa, hacen que la vuelta al trabajo cueste más tras el parón estival. Consciente de ello, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha publicado una serie de recomendaciones para una vuelta a la normalidad sin problemas. Ignacio Buqueras, presidente de Arhoe –órgano jurídico de la comisión- afirma que “se ha de gestionar nuestro tiempo para evitar que la vuelta a la normalidad suponga un trauma. Los españoles no tenemos el hábito de seguir horarios racionales, y pasamos del todo a la nada sin ningún tipo de transición”. Arhoe tiene objetivos como la conciliación de vida laboral y personal, mejorar la calidad de vida o cuidar y mantener hábitos saludables. Por ello propone 10 consejos para afrontar el nuevo periodo laboral de energía.
1. Ser puntuales. Es la génesis de unos horarios racionales. Permite aprovechar más el tiempo, es una manera de mostrar respeto hacia el tiempo de los demás y exigirlo hacia el propio.
2. Aprovechar el tiempo. Es limitado y fácilmente desperdiciable, por lo que hay que mentalizarse para aprovecharlo al máximo y terminar y terminar las tareas del día sin necesidad de pasar mas horas de las debidas en el lugar de trabajo o llevarse tareas a casa.
3. No robar el tiempo de los demás perder el propio es igual de grave que hacérselo perder a los demás. Se debe intentar no arrastrar a los compañeros, jefes o subordinados a actividades improductivas y no retrasar su trabajo por no hacer a tiempo el propio.
4. Salir a la hora. Es muy importante para mantener alta la motivación. Conviene reivindicar el derecho de salir a la hora convenida, más aún si se ha sido productivo y cada uno ha cumplido con su trabajo. La perspectiva de salir a la hora ofrece la sensación de que se controla el propio tiempo.
5. Aumentar la tasa de productividad por tiempo de trabajo. España es uno de los países donde más horas se pasa en el trabajo, y a la vez uno de los menos productivos, lo que se combate aprovechando mejor el tiempo en el puesto. Es aconsejable potenciar la cultura de la eficiencia más que la de la presencia.
6. Reducir las horas de comidas. En España se dedica demasiado tiempo a la comida, la sobremesa, etc. Es aconsejable dedicar no más de 45 a 60 minutos y emplear el resto del tiempo en trabajar, tiempo ganado en para salir antes.
7. Más dedicación a la familia y ocio. Los trabajadores tienen la impresión de que al terminar las vacaciones sólo viven para trabajar. No es necesario estar de vacaciones para disfrutar de estos aspectos.
8. Dormir más. Muchos de los problemas tienen su origen en los malos hábitos de descanso. En España se trasnocha mucho y se duerme poco, y se puede mejorar la calidad de vida con acostarse antes.
9. Planificar. Es la manera más eficaz de aprovechar el tiempo al máximo sin tener sin tener que trastocar los horarios. Desde Arhoe se aconseja seguir la regla de los tres ochos; ocho horas para trabajar, ocho para el ocio y ocho para descansar.
10. Olvidar las jornadas interminables. No se puede pasar de no hacer nada en vacaciones a vivir jornadas de trabajo maratonianas. Volver a la rutina de trabajo no equivale a vivir en la oficina, y un cambio de jornada tan brusco favorece el estrés por la vuelta.