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El marketing deportivo crece sin parar, como nos muestran las cifras que garantizan su adaptación a las nuevas formas de consumo.
El marketing deportivo se encuentra en una etapa de crecimiento, en la que se está convirtiendo en un elemento central para toda la industria deportiva a nivel mundial. Sus orígenes se remontan a inicios del siglo XX, con acciones como por ejemplo la de Coca-Cola en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928.
No fue hasta el momento en el que Phil Knight y Nike apostaron por Michael Jordan en los años ochenta. Fue en ese momento en el que se dio forma al marketing deportivo.
Actualmente, es uno de los puntos que se tienen en cuenta por muchas marcas a la hora de desarrollar sus estrategias. Utilizar el deporte no solo permite acceder a audiencias masivas y apasionadas, sino que también permite beneficiarse de un entorno cargado de emociones.
El beneficio que aporta el marketing deportivo a las marcas no se queda ahí, va más en profundidad:
Alta visibilidad y alcance masivo
Estos grandes eventos deportivos agrupan a audiencias globales que superan los miles de millones de impresiones para una marca. Asociarse a estos espectáculos garantiza presencia en televisión, plataformas digitales y medios impresos.
Estas alianzas ofrecen oportunidades de activación en vivo que intensifican la visibilidad y el engagement de la audiencia.
Conexión emocional y fidelización
El deporte despierta pasiones intensas, es por eso que cuando una marca apoya a un equipo o atleta querido, hereda parte de esa pasión y genera vínculos duraderos. Esta conexión emocional se traduce en un mayor compromiso y fidelidad de los consumidores hacia la marca.
Segmentación y activaciones innovadoras
Las ligas y clubes tienen perfiles específicos de sus aficionados (edad, ubicación…) algo positivo para las marcas, que les permite dirigir la campaña con una mayor precisión. Esta segmentación detallada, también favorece la creación de mensajes más relevantes y mejora la eficacia de la inversión publicitaria.
Mejora de la reputación y el propósito
El patrocinar iniciativas deportivas , programas de inclusión u otras muchas otras cosas, realzan la imagen de la marca, favoreciendo a la responsabilidad social corporativa. Por otro lado, gracias a esto se refuerza la lealtad de los consumidores y se mejora la percepción pública de la marca.
Estos ejemplos son solo una parte del valor que aporta el marketing deportivo a las marcas. Se ven como simples gastos publicitarios, pero en verdad son acciones que representan inversiones que logran un alto impacto, conectando con un alto número de audiencia, refuerzan la notoriedad de la marca y multiplican el recuerdo.
Al integrar la publicidad en el ámbito deportivo, las empresas consiguen dar más voz a sus marcas, consiguiendo un efecto altavoz, consiguiendo una gran difusión orgánica que se difunde por los medios tradicionales.
Estas campañas no solo generan más ventas a las marcas, sino que también contribuyen a construir una reputación sólida y duradera en el mercado.
