Por bueno que sea tu producto, tu regalo e incluso cualquier idea con la que pretendas “enamorar” a tu jefe o cliente, no hay duda que la forma de presentación es ese primer impacto con el que empezamos a contar una historia que inspira a quien la escucha. No hay segundas oportunidades para generar una primera impresión. Por eso, a día de hoy, el packaging ha adquirido una especial relevancia en marketing, hasta ser considerado una pata estratégica más y qué duda cabe que estas fechas navideñas se prestan a una gran variedad de composiciones y formatos con los que ganar ventaja competitiva.
No renuncies a vistosos embalajes, ni si quiera si tienes que remitir tu regalo a través de una caja para envíos postales. Tu packaging también puede encontrar la forma de adaptarse al porte, manteniendo una estética atractiva.
Los renos de Papá Noel: un clásico de la Navidad
La primera idea que te damos es sencilla e incluso puedes compartirla con los más pequeños de la casa. Si quieres decorar tu caja para envíos postales con un motivo de lo más navideño, como lo son los renos, solo tienes que envolver tu regalo en papel marrón de embalar. Luego, con cartulina de colores, puedes recortar unos ojos en blanco y negro, un gran hocico rojo y unos cuernos en marrón más intenso. Utiliza cinta adhesiva para pegar cada elemento que recortes. Luego, la boca del reno podrías pintarla directamente sobre el papel de embalar, sacando la lengua. El fondo marrón del papel, hace las veces de piel del animal.
Un muñeco de nieve
Si lo que quieres es decorar el pie de tu árbol de Navidad, un recurso fácil es el que buscar cajas de cartón de tres tamaños diferentes (de la más grande a la más pequeña) para crear un muñeco de nieve. Si las forras con papel blanco, y colocadas de forma piramidal, solo les faltaría pegarle con cinta adhesiva un cono naranja de cartulina y pegarle dos botones como ojos. Podemos añadir una nota más festiva si colocamos uno de los gorros de cotillón en la cabeza de nuestro muñeco, e incluso una bufanda de papel. Es también un elemento de decoración muy ocurrente para incluirlo en el escaparate de tu negocio.
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Muérdago, coronas, estrellas…
Más elementos navideños. Un recurso muy socorrido para preparar tus paquetes a clientes, si te falla la maña, es el de enganchar pequeñas piezas de las que se cuelgan al árbol en el propio regalo. Una buena forma es forrar tu paquete con un papel de color liso, y otorgarle así protagonismo tanto al lazo con el que cerraremos la caja, como al objeto que le añadamos, que podría ser un pequeño ramillete de muérdago, pequeñas coronas de hojas verdes o unas estrellas doradas.
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Efecto árbol de Navidad
El abeto navideño es uno de los elementos más icónicos de la Navidad. Otra forma de decorar tus cajas para envíos postales es la de envolverla primero con papel de seda verde. Luego, tomaremos el papel de embalaje marrón y aleatoriamente, le cortaremos con tijeras por toda su superficie la forma de los tejados de casas a dos aguas que dibujábamos de pequeños, es decir, dos cortes como si quisiéramos formar un triángulo, pero dejando uno de los lados del triángulo sin cortar. Cuando coloquemos encima del papel verde, este papel marrón de embalar dará la sensación de que hay pequeños árboles verdes en todo el paquete, porque sobresaldrá el color bajo nuestros cortes.
Aplica estas ideas también a bolsas
Tu packaging, por su originalidad, puede ser un reclamo para tu negocio. Pero también la bolsa que les des a tus clientes para llevar sus regalos. Ideas como la del reno, o las aplicaciones de pequeños objetos decorativos del árbol las puedes implementar también en las bolsas. Puedes incluir pequeñas tarjetas amarradas a las asas para que quien haga el regalo personalice un mensaje.
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