EL PEQUEÑO COMERCIO SI ES VIABLE

Estimados “FIMES”, la encuesta sobre el pequeño comercio ha sido un éxito. Hemos recibido muchos comentarios aportando opiniones, herramientas y soluciones que ya veréis en el debate. Y ahora hemos querido reflejar tres diferentes para que reflexionéis sobre lo que nos dicen.

Carmen nos hace la siguiente propuesta:

“En mi opinión, al pequeño comercio le hace falta volver a orientarse hacia el cliente, como lo hacía hace décadas, pero adaptándose a las necesidades del cliente actual. Creo que ahí está el problema del pequeño comercio, en que sigue haciendo lo mismo que antes y no se ha dado cuenta de que el estilo de vida del cliente ha cambiado mucho. El cliente que va al pequeño comercio busca comodidad, seguridad, asesoramiento, atención personalizada y satisfacción en la compra. Todo esto requiere un profundo conocimiento del cliente, un personal formado y motivado para complacer al cliente, una oferta preparada para satisfacer las necesidades del cliente, mayor flexibilidad tanto en horarios comerciales como en gestión de compras, etc..
Creo que los centros comerciales abiertos ubicados en los cascos urbanos ofrecen una excelente oportunidad de comercialización para el pequeño comercio, ya que suponen una oferta bastante completa y atractiva para el consumidor.”

Juan Pedro Fernández reflexiona muy sutilmente sobre el tema:

”Empezaría éstas líneas con unas preguntas:
¿Por qué valoramos tanto las angulas con lo pequeñas que son? ¿Y el pequeño diamante engarzado en una bella gargantilla y en una bella señora? ¿Por qué se ha vendido tanto el volkswagen "escarabajo" pequeño y feo? Reflexionemos sobre éstas preguntas y apliquemos éstos pensamientos al pequeño comercio: Pequeño pero diferente, adaptable, especializado, cómodo, agradable, y con "buena gente".
 
Y por último, Gianfranca Camussi nos dice:

”Cada día me convenzo más que la globalización, si bien tiene muchos aspectos beneficiosos, aburre a la gente. Por eso es un buen momento para dinamizar los pequeños comercios, aún a costa de la pérdida de economía de escala. No todos los productos se adaptan, la mayoría de los “commodities” no se adaptarían a una escala comercial pequeña, y dejaría de ser competitivo su precio, pero para los demás se puede hacer mucho. Apuntaría a los negocios de proximidad en cuanto a alimentos, a las pymes en sectores como vestimenta por ejemplo (aquí en Uruguay cuando compramos un vestido, por ejemplo, lo vemos repetido hasta el cansancio: son pequeñas tiendas, pero con sucursales por todos lados). La herramienta fundamental: un marketing directo, apoyo crediticio, y reglamentación en cuanto a la localización de las sucursales. Y fidelizar al cliente a través de personalizarlo, atender sus necesidades, hacerlo único.”