Twitter debe reinventarse

Venimos conociendo la difícil situación por la que atraviesa Twitter, que se enfrenta no solo a la marcha de Dick Costolo, su principal directivo, sino también a una redefinición que, en este momento, podría marcar el futuro de la red social. Una red social que ha logrado una profesionalización de la gestión empresarial y aumentar su valor significativamente desde su creación en 2010 pero cuya rentabilidad se está poniendo en duda.

Hoy por hoy, ¿quién se atreve a definirla? Ya que no se trata de una red de microblogs en 140 caracteres; no solo sirve para enviar mensajes; no solo es empleada para comentar los contenidos de la televisión, etc. A esta indefinición se suma un estancamiento: Los usuarios que están activos se pueden equiparar a los de Instagram -302 millones- pero si comparamos Twitter con las herramientas sociales de Zuckerberg, éstas últimas ganan por goleada con más de 1.4000 millones de perfiles activos.

La carente explotación de la publicidad en el soporte es otro punto débil de Twitter, ya que su gratuidad del servicio no se complementa con publicidad. Twitter debe, por tanto, encontrar un mecanismo propio para rentabilizar el servicio que ofrece. Pinterest les ha dejado en jaque al incorporar la posibilidad de compra social. La gestión de los contenidos es otro reto importante para Twitter. En este sentido, Google acudió en su ayuda para destacar el contenido preferente de la red social en los dispositivos móviles. Todas ellas, acciones que intentan combatir esa sensación de que los mensajes son efímeros.

Trueview y Periscope fueron las novedades principales de Twitter en 2014. El primero, un software que garantiza una  inversión publicitaria de éxito al verificar si el usuario ha visto el vídeo y cobrar a los anunciantes acorde a la atención. La segunda, nació con el objeto de recuperar la actualidad con la capacidad de subir vídeos en directo de manera sencilla desde cualquier móvil. ¿Por qué apostará este año Twitter para lograr una remontada?