¿Terra renace de sus cenizas?

Parece que se nos hubiera olvidado cómo fue el batacazo que se dio la compañía Terra en los inicios del año 2000 tras la burbuja de las puntocom. No importa cuántos millones de euros se invirtieron en ella para nada, ni siquiera para los accionistas que perdieron casi todo lo que invirtieron. Lo único que ahora nos interesa es que, la mayor exponente española de las puntocom, renace desde sus cenizas y vuelve a tener la confianza del Gobierno, inversores y posiblemente accionistas para salir de nuevo a flote y volver a explotar su modelo de negocio en nuestro país. Todo se olvida cuando una nueva empresa ve la luz.

La compañía que mejor representó el auge y la caída de este tipo de empresas, llega de nuevo de la mano de Telefónica, con un equipo directivo, encabezado por Yago Castillo, que ha llevado a cabo su carrera profesional en Antevenio y Vocento. Junto a él estarán responsables de la anterior etapa de Terra, como Juanjo Amorín y Kiko Carasa. Parece que poco ha cambiado en el núcleo duro de la empresa en este nuevo camino. Pensamos que se ha olvidado la decepción que supuso su salida de la Bolsa en el año 2005 y su disminución de usuarios en estos años.

Desde Foromarketing queremos hacer una reflexión en voz alta, ¿por qué puede tener una segunda oportunidad una empresa que hace años perdió, e hizo perder tanto dinero?. Por qué no tiene que dar ningún tipo de explicaciones. Ni ofrecer, si fuese el caso, algún tipo de compensación económica a todos aquellos accionistas, que vieron como el valor de la acción que compraron les fue devuelto con un valor muchísimo menor al de compra. ¿Por qué no existen los mismos baremos para todos? Hace algunos años, desde estas líneas, y haciéndonos eco de lo publicado en aviso a navegantes.com, ya avisábamos de la situación que se nos avecinaba con las puntocom, no nos equivocábamos. Al igual que ahora pensamos que, no es bueno este modelo empresarial que puede funcionar por el abaratamiento de los costes en sus operaciones, pero que carecerá de una base estratégica sólida. Lo que puede hacer que caigan de nuevo por su propio peso.