Sí a la formación de calidad.

Nuestra experiencia nos indica que, en política de Recursos Humanos, las empresas tienen el objetivo de dar oportunidades de formación a jóvenes estudiantes con capacidades, que quieran aprender y aportar valor a las organizaciones.

Las empresas abren la puerta de par en par a la ilusión, dinámica y conocimientos de las nuevas generaciones.

La formación en prácticas supone para muchos estudiantes de Universidades y Escuelas de Negocios el pistoletazo de salida a una parte de su formación csi tan importante como la puramente académica.

Arturo de las Heras– Director General de CEF (Centro de Estudios Financieros)- afirma que “Es una experiencia que permite al alumno contrastar en primera persona las enseñanzas adquiridas en las clases, unos conocimientos que, al ser testados en situaciones reales, adquieren otra dimensión y son asimilados de una manera integral por el estudiante”.

Al igual que algunas organizaciones aprovechan la situación de crisis económica para contratar becarios con el fin de suplir las carencias de la empresa a precio `low cost´ otras organizaciones son conscientes del valor que tienen las personas jóvenes, con capacidades e ilusión para las compañías.

Sin embargo, esta mala praxis no sólo perjudica a los estudiantes si no también a la propia empresa, además de ser una práctica ilegal puede afectar de forma muy notoria a la reputación de las compañías.

La formación de prácticas debe ser siempre una zona win-win que beneficie a ambas partes y donde ambos se aporten valor y se ayuden a crecer mutuamente. 

CEF, en colaboración con la UDIMA, facilita a las empresas una bolsa de prácticas en la cual pueden publicar sus ofertas. Puedes visitarla aquí