Recientemente salía en Emprendedores un reportaje que nos gustaría compartir con vosotros en nuestro Foro. Se trata de una descripción del perfil de aquellas personas que, generadoras de perturbaciones, ralentizan las reuniones de trabajo, llegando incluso a no cerrar gestiones o a posponerlas, con la pérdida de tiempo que eso supone.
No están todos los que son, pero sí son los principales ‘perturbadores de la paz’ que se deben eliminar de toda reunión. Si los tienes controlados, te será más fácil conducir el encuentro. Miller explica cómo reconocerlos y cómo combatirlos: Interminable. Tiene buenas intenciones, pero peca de ‘pesado’. “Aun teniendo ideas que aportar, tiende a repetirse y a eternizarse”. Debes interrumpir con amabilidad sus monólogos. “Agradécele sus ideas, reconócele su valor y centra la atención en otra cosa: Perdona que te interrumpa. Me parece interesante tu idea y me gustaría saber si alguien desea comentarla…”
Repetitivo. Aunque se haya pasado de tema, sigue en sus trece. “Dale las gracias por su idea y cede la palabra a otro”. Invítale a que siga el orden del día. ‘Sabelotodo’. Da igual de lo que se hable porque cree que sabe de todo. Déjale hablar, porque puede que aporte algo bueno, pero abrevia sus intervenciones. Irrelevante. Piensa que aporta grandes cosas, pero sus propuestas son irrelevantes. “Recondúcele al tema en cuestión. Si no surte efecto, el único remedio es obviarle con educación, por ejemplo, dándole la palabra a otro y aparentando no darnos cuenta de que quiere hablar”. Jefe. Usa su autoridad cuando sus ideas no son aceptadas por la mayoría. Sé firme junto a la mayoría.
Negativo. No aporta nada positivo y siempre tiene una visión pesimista del asunto. Intenta que se enriquezca con las ideas del grupo e invítale a que aporte alguna.
Despistado. Impuntual y ausente durante gran parte de la reunión. Oblígale a leer el orden del día y la documentación aportada.
Conspirador. Crea grupitos y confabulan. Se debe interrumpir la reunión hasta que se den cuenta que molestan o “interpelar a uno de ellos para preguntarle si tiene alguna propuesta relacionada con lo que se está discutiendo”.
‘Antitodo’. Polémico nato sin más opción que la de llevar la contraria siempre de forma irrespetuosa. Exígele que deponga su actitud y expúlsale, llegado el caso.
No están todos los que son, pero sí son los principales ‘perturbadores de la paz’ que se deben eliminar de toda reunión. Si los tienes controlados, te será más fácil conducir el encuentro. Miller explica cómo reconocerlos y cómo combatirlos: Interminable. Tiene buenas intenciones, pero peca de ‘pesado’. “Aun teniendo ideas que aportar, tiende a repetirse y a eternizarse”. Debes interrumpir con amabilidad sus monólogos. “Agradécele sus ideas, reconócele su valor y centra la atención en otra cosa: Perdona que te interrumpa. Me parece interesante tu idea y me gustaría saber si alguien desea comentarla…”
Repetitivo. Aunque se haya pasado de tema, sigue en sus trece. “Dale las gracias por su idea y cede la palabra a otro”. Invítale a que siga el orden del día. ‘Sabelotodo’. Da igual de lo que se hable porque cree que sabe de todo. Déjale hablar, porque puede que aporte algo bueno, pero abrevia sus intervenciones. Irrelevante. Piensa que aporta grandes cosas, pero sus propuestas son irrelevantes. “Recondúcele al tema en cuestión. Si no surte efecto, el único remedio es obviarle con educación, por ejemplo, dándole la palabra a otro y aparentando no darnos cuenta de que quiere hablar”. Jefe. Usa su autoridad cuando sus ideas no son aceptadas por la mayoría. Sé firme junto a la mayoría.