Plátano de Canarias: hacer virtud de un defecto

Las campañas de publicidad de los plátanos de Canarias son un claro ejemplo del papel de las acciones inteligentes y bien planificadas. Y es que las motitas características del plátano canario parecieron ser, en un principio, una clara desventaja frente a las estéticamente perfectas bananas de importación. Sin embargo, hoy en día esas manchitas  y el menor tamaño del producto se han convertido en un signo de distinción de los plátanos nacionales, que el consumidor identifica como un producto de mejor sabor, y  todo gracias a la inversión de los productores canarios en los diferentes campos de la publicidad con las que han conseguido un cambio de percepción en la mente del consumidor. Es decir, que han convertido una debilidad en una fortaleza.

El problema entró en escena cuando, en 1993, la implantación del Mercado Único Europeo, permitió que se abriesen las fronteras, por lo que los plataneros canarios perdieron su monopolio y comenzaron a temblar ante la inminente derrota en la batalla por el mercado con los invasores centroamericanos. Las bananas que llegaron, y, además, de forma masiva, presentaban un aspecto mucho más “saludable”: de mayor tamaño y brillo, su cáscara inmaculada llevaba a pensar que los plátanos canarios estaban “pasados”. Y para más inri, lo de fuera llegaba a precios más bajos, por tener menores costes. Había que reaccionar, y cuanto antes.

Leopoldo Cólogan Ponte, presidente de la Asociación de Productores de Plátanos de la UE reconoce que, efectivamente, una buena y eficaz campaña de publicidad y promoción, bien planificada, consigue dar la vuelta a la situación. Para ello se pusieron manos a la obra  en el estudio de los rasgos diferenciadores que existían entre los plátanos y las bananas extranjeras, y decidieron destacar el mejor sabor del plátano canario y sus virtudes alimenticias, sobre todo porque se coge más maduro, mientras que el americano se recolecta verde,  tres meses  antes, para madurarlo artificialmente y permitir que aguante grandes viajes y muchas manipulaciones. De esta manera, los diferentes publi-reportajes que hablan sobre esta fruta dicen que “es muy equilibrada y de fácil digestión, muy recomendada para los niños y personas muy activas”.

En el año 95, las ventas de bananas importadas, que habían alcanzado el millón de toneladas, cayeron a 75000, y los plataneros canarios entendieron que estaban dando en el clavo, que habían conseguido convertir sus presuntos puntos débiles en fuertes y que había que seguir invirtiendo en la misma línea. Decidieron ,por tanto, contratar a Karlos Arguiñano, el cocinero de moda, para que destacase las magníficas cualidades del plátano de canarias, que, aunque más feo en apariencia, era de mucha más calidad. Así comenzaron a etiquetar las piezas de fruta, de tal manera que fuera más fácil su reconocimiento.

De esta manera, han ganado prestigio, tienen el 88% del mercado español y ahora se proponen dar un paso más: tras consolidarse, quieren que el consumidor se decante verdaderamente por comprar el plátano moteado estando dispuesto a pagar por él un poco más, para recompensar a quienes se lo producen.