“Just do it” y otros eslóganes que cambiaron la historia de la publicidad

eslóganes Nike
  • Nike, o L’ Oreal lograron hacer crecer sus marcas gracias a unos eslóganes publicitarios que definían a la perfección su personalidad.


  • La sencillez y un estilo cercano son claves para conseguir hacer de un eslogan una imagen de marca que potencie las ventas.

Las palabras son capaces de herir como la espada más afilada. También saben acariciar con una intensidad que penetra en el corazón y lo marca para siempre. Con el talento de los mejores creativos, la publicidad puede ser un arte que dispone esas palabras, y con ellas la marca, en la memoria del consumidor. Existen eslóganes publicitarios que resumen la historia social de varias generaciones.

Hoy queremos presentarte los que, para nosotros, son cuatro de los eslóganes más impactantes de siempre. Sencillos, pero nunca simples, gracias al talento de sus creadores hicieron crecer las marcas a las que se asociaron de un modo extraordinario.

  1. “Un diamante es para siempre”

Recién terminada la Segunda Guerra Mundial, en 1946, la empresa sudafricana De Beers, que prácticamente monopolizaba el mercado del diamante, encargó un estudio para conocer los hábitos de la sociedad estadounidense respecto a su producto. Los resultados dejaban bien claro que la mayor parte de los ciudadanos no relacionaba esta piedra preciosa con los anillos de pedida matrimonial, que solían estar fabricados con zafiro o rubí.

Un año después, un eslogan cambiaría esta realidad. De Beers había contratado a la agencia N. W. Ayer & Son para que desarrollase una campaña que cambiase los hábitos norteamericanos y relacionase los anillos de compromiso con el diamante. La joven Frances Gerety, del equipo de la agencia, dio con un eslogan que hoy forma parte de la historia de la publicidad: “Un diamante es para siempre”. Hoy, alrededor del 80% de las parejas que se prometen matrimonio en Occidente lo hacen con un simbólico anillo coronado por algún tipo de diamante.

  1. “Porque yo lo valgo”

Muchos podemos pensar que esta frase de empoderamiento femenino nació hace pocos años. Ni mucho menos. El famoso “porque yo lo valgo” está a punto de cumplir medio siglo de vida. IIlon Sprecht, una joven creativa de 23 años de la empresa McCann-Eriksson, dio luz a este eslogan que pronto se convirtió en un emblema de la marca de cosmética L´Oreal París.

Hasta aquel momento, la mujer en los anuncios de televisión era apenas un busto sin personalidad. En los anuncios de productos de cosmética se mostraba la imagen de alguna modelo mientras una voz en off, masculina, destacaba lo hermosa que estaba su mujer gracias al producto. Con el anuncio de L´Oreal y el eslogan asociado a él, la mujer tomaba las riendas. Ella contaba las maravillas de las cremas en cuestión y se reafirmaba asegurando que lo usaba por iniciativa propia, dándose valor a ella misma.

Gracias al eslogan “Just do it”, Nike consiguió vender millones de zapatillas

  1. “El algodón no engaña”

Uno de los mayores éxitos publicitarios de la historia en España. ¿Alguien puede olvidar a ese mayordomo pasando un trozo de algodón sobre una superficie y recriminando a una mujer que no estuviera limpia la superficie en cuestión? Sí, sin duda, con los ojos de hoy se trataba de una publicidad machista. Pero el éxito del eslogan lo mantuvo durante 12 años en todos los anuncios de las diferentes marcas de Henkel, empresa propietaria de Tenn, para quien se hizo la campaña.

El eslogan fue creado por el célebre publicista catalán Pere Montalà, de la agencia BBDO.

  1. “Just Do It”

Para muchos el eslogan más eficiente de la historia. Una sencilla llamada a la acción, “just do it” (“hazlo”), que consiguió vender millones de zapatillas de la marca Nike y que aún sigue siendo un elemento identificador de la empresa norteamericana.

En 1988, cuando se lanzó este eslogan, Nike se encontraba muy por detrás en ventas de su principal competidor Reebok. Sin embargo, gracias a un eslogan surgido de la imaginación de uno de los creativos de la empresa Wieden & Kennedy, cambió las tornas. Millones de personas se sintieron estimuladas a salir a hacer deporte, acompañadas, por supuesto de la célebre marca deportiva estadounidense.

No siempre, sin embargo, los eslóganes han sido tan acertados, sino que una visión limitada del momento que se vivía pudo determinar el consumo de la marca en cuestión. Ponemos uno de los ejemplos más paradigmáticos, el del brandy Soberano.

En los años 50 se lanzó una de las campañas más reconocibles de la segunda mitad del siglo XX en España. Las carreteras, la radio y la televisión se llenaron de un eslogan que se repitió hasta la saciedad: “Soberano es cosa de hombres”. 

Es evidente que el eslogan fue un éxito. Aumentó considerablemente su consumo. Sin embargo, a medio plazo no podemos decir que haya sido un éxito. Desde entonces el brandy Soberano ha sido identificado como un producto de consumo masculino. Con ello se perdieron un 50% de los potenciales consumidores.