Mejor planificación, menor gasto

Entramos de lleno en el periodo Navideño, sinónimo de compras y gasto para los ciudadanos. Este 2015 existe además, una percepción más optimista de la situación económica, lo que ha llevado a que los consumidores aumenten su presupuesto de cara a las fiestas. Concretamente se espera que cada español se gaste 640€ estas Navidades.

Desde Foromarketing os queremos dar algunas de las claves para sobrevivir a una Navidad con unas expectativas de gasto mayores, y es que bien es sabido, que después de las fiestas viene la temida cuesta de enero. Dicha cuesta se hará menos empinada si organizamos nuestras compras de una manera más eficiente.

1. Los microcréditos. Una mala planificación puede llevarnos a pedir dinero a una de estas empresas. Sin embargo, es totalmente desaconsejable debido a que en muchos de los casos, los intereses que llegan a pedir son extremadamente altos, superando en algunos de ellos el 4500%. Además las penalizaciones por demora del plazo acordado son abusivas. Esto puede hacer que acabemos en una lista de morosos con graves problemas.

2. Leer la letra pequeña. Días clave en las rebajas de los comercios, como el Black Friday, pueden ser muy atractivos para los consumidores, sin embargo bajo este alud de rebajas el consumidor debe permanecer atento, pues muchas de ellas no son lo que parecen, pues hay establecimientos que hincharán los precios antes de las mismas.

3. Internet. Las compras online han supuesto un nuevo escaparate para muchos comercios, lo que ha llevado a una mayor inversión de estos para atraer a los consumidores. Pero cuidado, porque en internet abundan los fraudes, y es que los delitos relacionados con este tipo de compras son muy corrientes. Si refleja precios de escándalo en toda su gama de productos, tiene mala redacción o no recoge opiniones de los usuarios puede haber gato encerrado.

4. Buena planificación. Es necesario planificar cual va a ser el gasto y en qué productos se va a gastar el dinero. Para ello es necesario saber diferenciar entre una necesidad real y un capricho, ya que esto último nos puede llegar a costar algún disgusto en el bolsillo.