Manuel Albuquerque presenta su libro Marketing de Influencia y nos descubre las diferencias en el sector del marketing de influencers.
Manuel Albuquerque es CEO de Primetag, la plataforma número uno del mundo de medición de influencia digital que busca facilitar todas las actividades que se llevan a cabo en el marketing de influencia. Algunos de sus clientes son: Ikea, Coca Cola, Calzedonia o H&M.
Albuquerque, líder en el sector de marketing digital, además de impartir conferencias a nivel mundial, ha escrito Marketing de Influencia. Un libro que él mismo ha denominado como un manual práctico para elegir al influencer indicado según el objetivo que tenga tu marca o
producto.
Manuel ha compartido con Foromarketing todos los detalles de su libro, la importancia de escoger bien la persona que represente tu marca o producto y nos ha descubierto por qué se interesó en el mundo del marketing digital.
¿Cómo y por qué un ingeniero civil decide cambiar su rumbo y se lanza a escribir un libro sobre Marketing Digital?
A lo largo de mi vida he tenido diferentes pasatiempos y esto me ha permitido
desarrollar diferentes aptitudes y competencias.
Soy una persona superactiva y, en 2013, tras 20 días trabajando, le di un giro de
180º a mi vida cuando me di cuenta de que no me sentía cómodo trabajando como ingeniero. Necesitaba hacer algo más creativo.
Procesar ese momento no fue sencillo, pero ahora mirando atrás me alegra haber
sido tan valiente con apenas 24 años. Aunque no tenía claro qué era lo que quería
hacer, era muy consciente de lo que no quería, y eso me empujó a donde estoy
hoy en día. Ese fue el primer paso de mi camino hasta el día de hoy.
Marketing y emprendedor… ¿Cómo decidiste lanzarte al mundo empresarial?
Ningún miembro de mi familia es parte del mundo de negocio ni son emprendedores. No he tenido ninguna referencia de este sector a lo largo de mi infancia o adolescencia, pero siempre me ha interesado. Cuando dejé mi trabajo, no sabía qué hacer y un amigo me impulsó a buscar un inversor y especializarme en el mercado digital.
En ese momento, en Portugal se estaban celebrando concursos para ayudar
a impulsar start ups y eso me animó a apuntarme a formaciones y workshops y así
decidí que quería formar una empresa digital. En ningún momento pensé que acabaría siendo empresario, pero sí sabía que no quería ser ingeniero.
¿Hace falta ser ingeniero para emprender?
No, no hace falta serlo, pero graduarme en ingeniería civil me dio ciertas
competencias que a día de hoy son parte de mi día a día, como la gestión financiera
o de personas.
Algo que hay que tener en cuenta es que para crear una empresa tu equipo tiene
que apostar por tu visión y misión, pero no desde el mismo punto de vista que tú, sino desde uno diferente: lo que le falta a uno, lo tiene el otro. Por esta misma razón, en un negocio siempre suele haber dos tipos de perfiles: uno más comercial y otro más técnico.
A pesar de ser ingeniero, mi personalidad es mucho más comercial que técnica y
además, me considero una persona muy creativa. Por esta razón, busqué un equipo
especializado en el desarrollo de software y ese fue el primer paso para fundar
Switch On, mi primer negocio.
¿Tu actual empresa, Primetag, se centra en medir el retorno del marketing de influencers, ¿cómo se te ocurrió crear un servicio tan focalizado?
Siempre me ha interesado el mundo del deporte porque mi familia y amigos están
muy involucrados en él. Algo en lo que siempre me he fijado es que aunque un atleta sea bueno o malo, si tiene un buen patrocinio, va a tener mucha más repercusión que otro.
Cuando pensé en lo que quería que fuese Primetag, me acordé de esta situación.
Tuve en cuenta todo lo que había visto desde pequeño y encontré una oportunidad
de negocio: crear una empresa que midiese los beneficios por los contenidos
generados según sus patrocinadores. Es decir, saber qué marca es la más
adecuada para tu empresa y así conseguir la máxima rentabilidad.
Hoy en día, un influencer da incluso más ganancia que un anuncio tradicional. Por
ello, invertir en los más adecuados para promocionar tu negocio o producto, debe de
ser algo que un empresario debe tener en cuenta.
¿Además, es considerada la número 1 del mundo de este sector ¿Qué crees que la ha llevado a estar en el top?
La razón principal es que, desde el día uno, nos hemos enfocado en medir el ROI y
su comunicabilidad. Esto quiere decir que medimos el retorno de las marcas a través
de campañas de influencia online, pero además somos los primeros del mundo en
hacerlo también offline.
Esto se calcula gracias a la gran base de datos que tenemos y es lo que nos hace
únicos.
En el libro comentas que hay 3 preguntas que uno debe saber contestar para encontrar al influencer más adecuado para su marca. ¿Qué consejo le darías a alguien que no consigue responderlas??
El marketing de influencers, aunque muchos no lo piensen, realmente es muy
científico, de ahí el título del libro. Por esta razón hay que saber las 3 preguntas que
son: ¿cuál es tu objetivo?; ¿tu briefing?, y ¿quién es tu audiencia?
Si un empresario no sabe las respuestas a estas preguntas, tiene que hacer primero
un análisis de su marca o producto. Si no, por el contrario, va a invertir en diferentes
influencers y va a perder dinero. No se puede pensar que uno va a conseguir
beneficios económicos al día siguiente con la ayuda de un influencer.
En las redes sociales se está haciendo viral el término de desinfluencer
¿consideras que es otra forma de desestimar esta novedosa profesión?
No menosprecia a esta profesión porque un desinfluencer es aquel creador de
contenido que no pretende influenciar a su público. Es importante saber diferenciar
entre lo que es un influencer y un creador contenido porque no son lo mismo.
Es decir, para mí, un médico que genera contenido sobre ese sector, no es creador
de contenido; es influencer porque lo que consigue es influenciar a su público. Sin
embargo, un creador de contenido, es alguien creativo como un diseñador o un
humorista que genera contenido desde 0 y que no pretende influenciar. Este último
es lo que llamaría en las redes: desinfluencer.
Es normal que este sector se divida en dos profesiones y por esta razón no
considero que este término sea perjudicial para esta profesión.
¿Crees que los influencers seguirán existiendo de aquí a 20 años ¿Por qué?
Sí, aunque muchos piensen que los influencers no tienen futuro, hay que tener en
cuenta que esta profesión siempre se ha ejercido porque todos somos influencers
porque influimos y somos influenciados. Desde siempre el mejor marketing es el
boca a boca y este tipo de estrategia nunca va a desaparecer.
En unos años, lo que va a cambiar es la forma de generar contenido. Ya no va a
tener importancia el producto, si no la experiencia de comprar ese producto. Y por
eso, los influencers existirán siempre.