La dieta mediterránea atrae a los inversores como a moscas, y es que si hay algo de lo que los españoles podamos presumir es de nuestra dieta mediterránea, muy valorada y cotizada en todo el mundo.
En China, por ejemplo, los principales alimentos que se exportan son la carne de porcino, el vino y el aceite de oliva.
Esta valoración no ha pasado desapercibida por los grandes inversores:
➤CVC, una de las mayores firmas de inversión que operan en Europa, ha cerrado este año la toma del control del líder mundial del aceite, el grupo español Deoleo, dueño de marcas como Carbonell.
➤Carlyle, posiblemente la segunda mayor sociedad de capital riesgo del mundo, tras Blackstone, ha adquirido Palacios Alimentación.
➤La firma española Portobello Capital ha comprado a Viscofan su filial IAN, propietaria de la conocida marca Carretilla.
➤Sociedades españolas como Corpfin o Nazca se han hecho con cadenas de cafeterías y panaderías.
No es de extrañar que internacionalmente una de las imágenes que se tiene de los españoles es precisamente la de ‘camioneros’, pues la imagen más habitual de las carreteras europeas es la de ver camiones españoles transportando mercancías.
La industria de la alimentación en España forma parte de nuestra identidad corporativa, de nuestro marketing cultural. Y podemos afirmar que la industria de la alimentación ha ganado en los últimos años en productividad, control de costes, y capacidad de exportación.
El principal valor añadido consiste en:
-La eficacia en transporte.
-El coste de producción.
-Que son productos globales y reconocidos.
Además, el sector de la alimentación es un sector bastante estable. No obstante, hay que ‘escuchar’ al mercado y percibir a tiempo las tendencias y hábitos de consumo del consumidor internacional.
Una buena oportunidad de Marca España para ponerse en valor.
