Los beneficios del packaging

El envoltorio ya no es solo un complemeto, tiene valor en sí mismo. Lo que es más, “se ha convertido en un objeto de deseo”. De la mano de Javier López, experto en packaging y creador de PLV a Medida, conocemos todo lo que un buen “envoltorio” puede hacer por las ventas de un producto.

El éxito de ventas de un producto viene asociado, en gran medida, al aspecto de su envase: atracción, confianza, información,… Son valores diferenciales que estimularán las compras”. Según in-Store Media, el 62% de los consumidores decide su compra en el punto de venta. Se trata de unos datos relevantes que contradicen las múltiples teorías que afirman que el consumidor compra de forma racional y busca él mismo la información sobre un producto o bien la recibe de otros ocnsumidores con los que interactúa a través de Internet. Javier López apuesta por la comunicación eficaz en el lugar de ventas para conseguir que el consumidor elija un producto y no otro.

¿Cómo? Potenciando los beneficios que aporta un buen packaging:

  1. El vendedor silencioso. El envoltorio reclamará la atención sobre el producto y hablará de sus características y de todo lo que puede aportar a quien lo adquiera. Su diseño revelará el estilo de vida del consumidor destacando siempre lo positivo y despertando con ello un valor emocional para el cliente lo que mejorará su experiencia de compra.
  2. Lo importante está en el interior pero… el packaging será un valor añadido para el producto que será percibido con mayor calidad, por lo que los consumidores estarán dispuestos a pagar más por él.
  3. Renovarse o morir. El consumidor tiene muy en cuenta la innovación de las marcas y lo conocerá a través del envase del producto. Toda la información que aporte en envase del producto incrementará la confianza en el producto y reforzará la idea de marca. Además, cualquier desarrollo de materiales eficientes y sostenibles ahorrará costes y fomentará la imagen de responsabilidad de la marca.
  4. De consumidor puntual a cliente fiel. Un envase bien diseñado y reconocible facilita la tarea de compra para el consumidor y permite una identificación clara con la marca. Además, complementará el ambiente del comercio haciendo que el cliente disfrute comprando y se tome su tiempo.

Tal y como señala Javier López, “hacer atractivo un producto es un arte y dominarlo significa enamorar al cliente para que vea nuestro producto como ese objeto de deseo ideal y no comparable con ningún otro. Porque el amor es irracional”.