La PYME familiar

Ángel Gallego, socio-director en Consultores Estratégicos Kepler, reflexiona en este artículo acerca de la importancia de la PYME familiar en el tejido empresarial y cómo se debe enfocar en ella un aspecto de importancia vital: el relevo generacional.

Si la PYME representa a más del 99% del tejido empresarial, las Empresas Familiares también constituyen parte sustancial de él. Se entiende por Empresa Familiar aquella en la que la mayoría de las acciones pertenecen a una persona o grupo de miembros de una familia, que al menos uno de ellos participa en la gestión y que existe un espíritu estratégico de que haya continuidad generacional. En España este colectivo aporta un 70% al PIB y da empleo a 14 millones de trabajadores, aproximadamente.

Según estos criterios ¿Puede considerarse su Empresa como Familiar? Es muy probable que la respuesta sea afirmativa, ya que el 85%de las Empresas son Familiares. En definitiva, el binomio PYME Familiar se erige como un pilar básico en nuestra economía, pero su representación política y su reconocimiento social no se corresponden con esa realidad.

Si la gestión de una PYME ya resulta complicada en sí misma, cuando la añadimos un componente familiar las dificultades se multiplican de tal manera que es difícil encontrar mpresas Familiares que superen la tercera generación desde que fueron fundadas (se estima que éstas no superan el 9% y las que llegan a la cuarta generación no suponen más del 1%).

¿Podemos pensar que la Empresa Familiar es frágil por su propia naturaleza?

Efectivamente, tiene unas peculiaridades que la hacen especialmente frágil a lo largo de los relevos generacionales, pero también posee unas fortalezas que merecen ser destacadas. De manera que lo interesante será conocer las debilidades para prevenirlas y, por otro lado, las fortalezas para potenciarlas.

En el binomio Empresa Familiar tan importante es la Empresa como la Familia, pero en la mayoría de los casos, la última condiciona la continuidad de la primera. Son muchos los factores que afectan a la Empresa en su relación con la familia, pero uno destaca por encima de todos: la sucesión generacional.

Sabemos que la sucesión del líder es una enfermedad en las Empresas Familiares y que la gravedad de la misma depende de cómo se haya tratado previamente pero, sin embargo, la mayoría de los líderes no le dedican la atención que requiere, con lo que la enfermedad acaba siendo letal en muchos casos.

¿Cuánto tiempo y recursos dedica el Empresario PYME Familiar a preparar la sucesión generacional? ¿Cómo integrar los cálidos sentimientos familiares con los fríos, pero determinantes, objetivos empresariales?

Relevo generacional

Sin duda, es una tarea compleja y delicada que afectará a la continuidad de la Empresa, sin embargo, en muchísimos casos el Empresario PYME Familiar no aborda formalmente este asunto o simplemente no le otorga la prioridad necesaria. Por un lado, porque está anticipando su propio retiro, cosa que no quiere ni plantearse aunque lo diga pública y repetidamente y, por otro, porque significa que podrían generar enfrentamientos personales. Por ello, muchos se dedican a gestionar el día a día y dejan en la bandeja de asuntos pendientes estos temas tan escabrosos.

¡Qué difícil es gestionar Familia y Empresa! Pero esta dificultad no exime de la responsabilidad de afrontar la sucesión generacional. Al contrario, debe plantearse como una prioridad esencial de la Empresa ya que en el fondo subyace su propia esencia: la continuidad a través de la herencia.

Tal y como está la situación económica actual en las Empresas PYME la prioridad es resolver la supervivencia del negocio cada día. Es cierto, pero no comparto que esa sea la única tarea del Empresario PYME Familiar, porque no existe supervivencia si no existe futuro y el futuro responderá a lo que hagamos cada día por alcanzar un futuro mejor.

Si por definición la Empresa familiar debe tener una estrategia de continuidad familiar ¿podemos considerar que heredar una Empresa PYME Familiar es una buena herencia? La respuestas dependerá de muchas circunstancias, pero no tendrá un buen futuro si el líder no afronta con acierto la sucesión.

Es una responsabilidad indelegable del líder dejar en herencia una empresa bien estructurada accionarialmente a los herederos. ¡Será la mejor manera de mantener los dos valores patrimoniales más importantes Familia y Empresa!

Ángel Gallego, socio-director en Consultores Estratégicos Kepler  www.keplerconsulting.net