Los directivos se enfrentan a una reducción de su retribución, y es que la tendencia es devolver el bono cobrado si no se alcanzan los objetivos a largo plazo. El mercado, en su dificil situación, está obligando a que la mayoría de las empresas, el 78%, hagan cambios en sus programas de compensación de sus altos cargos.
La consultora Mercer es muy concreta en su estudio anual sobre prácticas de compensación realizado en 55 compañías de servicios financieros de 15 países de Europa, Norteamérica y Asia. Concluye el informe que las modificaciones más comunes son la paralización del cobro de los bonus malus y la devolución del clawblack, además del fortalecimiento de la vinculación entre gestión del rendimiento y compensación y la utilización de métricas no financieras en la revisión del rendimiento.
Desde Mercer señalan que existe un tendencia desde 2008 en la que las las empresas están vinculando activamente de manera más estrecha la compensación con el riesgo y el rendimiento de varios años. De lo que se trata es de acompasar la compensación a la sostenibilidad de la empresa. Ante todo, se hace necesario controlar las ingenierías financieras que cubren los objetivos sobre el papel, pero que en la realidad muestran lo contrario.
Por otro lado, advierten de la especial preocupación sobre cómo la Autoridad Bancaria Europea proponga contablizar el valor de los incentivos a largo plazo para determinar la parte variable del salario y cumplir así con la normativa, algo que no animará al uso de este tipo de incentivos, aseguran. No obstante, se busca que los profesionales tengan salarios competivos.
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