La importancia de diferenciar la dualidad que tiene un Empresario PYME, por un lado como propietario y por otro como gestor, es la temática de este artículo de Ángel Gallego Martínez. Aunque es más habitual la figura del Empresario-gestor, gran conocedor de su empresa y dedicado por completo a ella, no hay que olvidar el perfil del Empresario-Accionista, sobre el que recae la responsabilidad de que exista un proyecto empresarial de futuro.
Lo habitual es que en una Empresa PYME el propietario esté involucrado en la gestión,
ya sea en la gerencia o en cualquier otra área fundamental de la Empresa y, en consecuencia, dedique gran parte de su tiempo a tomar decisiones para resolver los problemas puntuales que se presentan a lo largo de una jornada de trabajo.
Como experto conocedor de su negocio, nadie como él sabe tratar a los clientes, negociar con los proveedores, dirigir a su plantilla y exponer a los bancos la situación de su empresa mejor que él. Cuando sus encargados le preguntan sobre cualquier cuestión, sea cual sea el índole de la misma, sabe responder y encontrar la mejor solución.
Consciente de que lo urgente debe solucionarse inmediatamente, para no fallar al cliente, emplea todo su conocimiento y dedicación a gestionar la inmediatez. Nadie pone más interés en resolver y gestionar cuantos problemas surgen en el día a día que él mismo.
Podríamos decir que su misión es organizar y dirigir la actividad de la empresa para lograr la satisfacción de los clientes, la retribución y motivación de los empleados y, evidentemente, obtener una compensación económica personal acorde a sus expectativas. Es la vertiente de strong>Propietario‐Gestor, pero ¿acaso se puede pedir más?
Empresario Accionista
Siendo meritoria la dedicación a estas tareas de gestión, resulta imprescindible reflexionar sobre la otra vertiente, la de Accionista. En esta vertiente podríamos hablar de Visión, es decir, de la responsabilidad de que exista un proyecto empresarial de futuro, más allá del día a día. Se trata de un compromiso con la familia, los empleados, los clientes y proveedores y, cómo no, ante las entidades financieras. Ni la falta de tiempo, ni tampoco la crisis, ni cualquier otra circunstancia debería impedirle ejercer como tal.
Normalmente, el Empresario PYME se encuentra más confortable como Gestor que como Accionista y quizás esa sea la razón por la que gran parte de ellos no afrontan esta tarea en toda su magnitud. Cuando planteo la conveniencia de disponer de elaborar un Plan Estratégico, Presupuesto anual, Previsión de flujos de caja, etc. las disculpas son coincidentes: nosotros no podemos gastar dinero en ‘estas cosas’; todo eso es para las empresas grandes. Puede ser muy sencillo y económico disponer de ‘estas cosas’ para una empresa PYME.
El Empresario PYME tiene una gran responsabilidad frente a él mismo, su familia y la sociedad y, aunque ‘estas cosas’ puedan incomodarle, tiene la bligación de abordarlas y hacerlas lo mejor posible.
¿Cómo podemos tomar decisiones si no tenemos definido a dónde queremos ir? ¿Cómo podemos saber con suficiente antelación cuándo tendremos problemas de financiación?
El Accionista ostenta el máximo poder de decisión en la Empresa. Para tomar decisiones estratégicas debemos saber a dónde queremos llegar y con qué medios vamos a contar para conseguirlo. Nadie puede garantizar que un proyecto empresarial será viable en el futuro, máxime en los tiempos que corren, pero para tomar decisiones consecuentes se debe disponer de la información necesaria y suficiente. No existen disculpas para que un Empresario PYME no disponga de ella para tomar decisiones estratégicas.
¡Es cuestión de actitud de mejora y de responsabilidad empresarial!
Angel Gallego Martínez