Competitividad en las pymes mexicanas

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (Inegi), en el año 2010, más del 99% del total de las empresas mexicanas tenían menos de 250 trabajadores, es decir, se clasificarían como “mipymes” (micro, pequeñas y medianas empresas). Su importancia es fundamental en el desarrollo del país porque generan más del 70% de los empleos y más del 52% del PIB.

Entre los factores que pueden incrementar su ventaja competitiva, y de esta aumentar sus posibilidades de desarrollo, crecimiento y supervivencia, se encuentra la innovación. En tal sentido, en un estudio realizado en el marco de las actividades promovidas por la Fundación para el Análisis Estratégico y el Desarrollo de la Pyme (Faedpyme), sobre una muestra de 3.871 “mipymes” de nueve Estados mexicanos, nos hemos propuesto comprobar si la innovación tiene consecuencias positivas en los resultados empresariales. Para ello la identificamos primariamente a través de dos variables: la posición tecnológica de la empresa y su actitud frente a la introducción, de novedades en los productos, procesos y sistemas de gestión.

A tal fin se realizó una encuesta a gerente, empresarios y profesionales de esas empresas recogiendo datos relativos a los beneficios sobre ventas, la tendencia de estos en los años analizados, número de empleados, antigüedad de la empresa, planes estratégicos, posiciones tecnológicas, perfiles de innovación, alianzas en I+D+i, innovaciones realizadas en productos y servicios, procesos operativos y sistemas de gestión.

Hemos observado que el 70% de las empresas con más de 200 trabajadores tiene posiciones tecnológicas fuertes o buenas, mientras que en las de menos de 10 trabajadores este porcentaje baja al 51%. También son las empresas con más antigüedad las que cuentan con una actitud más favorable hacia la innovación, siendo el 60% de las empresas de más de 10 años las más innovadoras. Por otra parte, el establecimiento de alianzas de I+D+i en las “mipymes” mexicanas se muestra como un factor clave en la consolidación de la posición innovadora, dado que casi el 72% de las empresas que establecen alianzas en este ámbito manifiestan que obtienen como resultado una posición tecnológica privilegiada frente a sus competidoras.

Los resultados obtenidos en el estudio han demostrado también que más del 66% de las empresas con mayor orientación innovadora muestran una coherencia y coordinación entre las posiciones tecnológicas, las estrategias orientadas hacia la innovación y el establecimiento de planificación formalizada. Esto coincide con las conclusiones de trabajos previos que manifiestan la necesidad de una adecuada coherencia en estos aspectos para obtener éxito en la innovación desarrollada y en su traslación a los resultados empresariales.

Este estudio también ha permitido comprobar que un porcentaje superior al 87% de las empresas más innovadoras efectúan modificaciones en productos o servicios; el 70%, en procesos operativos, y más del 73% de las empresas con mayor actitud frente a la innovación realizan modificaciones en sistemas de gestión.

Al comparar estos datos con la evolución de los beneficios netos sobre ventas se comprobó que casi el 80% de las empresas con mayores beneficios netos sobre ventas habían realizado innovaciones relacionadas con los productos o servicios que ofrecían. Se observa además que cuanto mayor es el grado de innovación aplicado en productos y servicios, procesos operativos y/o sistemas de gestión más probable es que la empresa obtenga una tendencia creciente en el promedio de beneficios sobre ventas a lo largo de los años.

En definitiva, es más probable que las empresas con mayor orientación innovadora obtengan mejores resultados y de manera continuada.

El valor de esta investigación reside en que se considera de una manera explícita y dinámica el efecto que la posición tecnológica puede tener en relación con los productos y servicios, procesos operativos y/o sistemas de gestión, y su efecto sobre los resultados financieros.

José Manuel López Fernández
Francisco Manuel Somohano
Francisco Javier Martinez
Cátedra Pyme de la Universidad de Cantabria. Miembros de AECA

Extraído diario “Cinco Días”.