La congelación y los recortes salariales presidente el panorama retributivo en nuestro país. En 2012, el sueldo de una gran parte de los administrativos y profesionales españoles disminuyó con respecto a 2011, llegando a la pérdida de poder adquisitivo. Sólo los empleados con experiencia vieron crecer su nómina en torno a un 1’5% de media. En este contexto, muchos son los trabajadores que se consideran mal pagados, pero la situación obliga a ser muy cautos a la hora de pedir un aumento. Si los motivos no están justificados, lejos de conseguir el aumento, se puede llegar a perder el puesto de trabajo.
Si un trabajador considera que su aportación a la empresa y su trayectoria no se corresponden con su salario y se merece un aumento de sueldo, antes de plantear esta cuestión a su jefe debe asegurarse de ‘tener en la mano todas las cartas’. Y es que hay mucho en juego. Por ello, es vital confirmar si está bien o mal pagado, comparando su retribución tanto a nivel interno –con la de otros compañeros-, como a nivel externo –en empresas de nuestro mismo perfil, sector, tamaño, facturación, etc-. Comprobar los informer salariales; estar en contacto con cazatalentos; utilizar las redes sociales, y mirar las ofertas de trabajo también son claves para ayudar a valorar la retribución.
Pero con esto no es suficiente. También hay que estar seguros de que la empresa puede pagar más. Según los expertos, lo último que se puede hacer es poner contra las cuerdas a un jefe cuando la empresa se encuentra en una situación económica que hace imposible incrementar las retribuciones.
Si una vez analizados estos puntos: el trabajador está convencido de que su desempeño es óptimo; su retribución inferior al mercado, y que su empresa puede pagarle más, hay algunos consejos que pueden ayudar a conseguir un aumento de sueldo. Montse Mateos plantea una interesante estrategia para conseguir un aumento de sueldo en un artículo publicado recientemente en ‘El Mundo’ y cuyas principales pautas recogemos a continuación.
Estrategia a seguir
• Identificar dentro de la compañía a la persona capacitada para valorar si el trabajador merece el aumento solicitado.
• Hacer méritos como conseguir un proyecto, contribuir a una mejora en la cuenta de resultados u otras acciones cuantificables y contrastables que hayan repercutido positivamente en la marcha de la empresa.
• Analizar el posicionamiento de la empresa en materia retributiva y compararlo con la competencia.
• Valorar la relación personal con la empresa. Si es un trabajo con proyección de futuro quizás es mejor plantear el aumento de sueldo un poco más adelante, en una coyuntura más favorable.
• Confirmar la situación económica de la empresa, sus resultados recientes y si hay margen para ajustes salariales individuales.
• Demostrar siempre que se ha cumplido con los objetivos y que el desempeño del trabajo es óptimo, por lo que se han hecho méritos para un sueldo mayor.
• Si se tiene pleno convencimiento de que el aumento de sueldo es merecido y posible, se puede lograr. En caso contrario, quizás ha llegado el momento de buscar otro trabajo.
