Claves del éxito para que tu empresa sea más competitiva

competitividad de una empresa
  • No es lo mismo ser competente que competitivo


  • Las empresas competitivas optimizan su productividad al máximo

Hoy en día, conquistar o hacerse un hueco en un nicho de mercado se parece mucho a una batalla medieval, donde tú y tu competencia lucháis por un territorio. Este tipo de guerras se libran en Internet, y las “armas” que se utilizan son puramente digitales (en su mayoría). Con ellas podemos encontrar la forma para vencer a nuestra competencia y sobrevivir en el mundo de los negocios.

Pero antes de enzarzarnos en una guerra de la cual podemos salir muy mal parados, tenemos que tener una idea de negocio y ponerla en marcha. Cualquiera que haya emprendido este camino sabe que no es oro todo lo que reluce y que la competencia es feroz ahí fuera. Exige tiempo, dedicación y sacrificio a sabiendas de que muy pocos logran vencer a sus rivales. Pero como alguien dijo una vez, el mundo pertenece a los valientes.

Dicho esto, si tu idea es mejorar la competitividad de tu empresa para ganar a tu competencia debes tener claro que tu objetivo, así como el tu rival, es meterse al cliente en el bolsillo. Ni más, ni menos. Dicho así suena tan fácil…

Empresa Competente versus Empresa Competitiva

No, no es lo mismo. Si tu empresa tiene las competencias para realizar con éxito aquello para lo cual fue creada, enhorabuena, tienes una empresa competente. Una empresa competitiva exige la capacidad de rivalizar o competir con otra u otras para lograr un fin.

La competitividad de una empresa surge a consecuencia de la globalización del mercado, la proliferación de competidores, la especificidad de la demanda y la implementación de innovaciones tecnológicas. Sobre todo, de esto último.

Normalmente, las empresas competitivas tienen todos sus componentes perfectamente alineados con el fin de ofrecer sus productos o servicios al mejor precio, calidad y oportunidad. Las empresas competitivas son las que luchan en esa batalla medieval de la que hablábamos y las que más probabilidades tienen de salir con vida de ellas. Todas los demás, las que se lanzan a una guerra creyéndose Mel Gibson en Braveheart, son suicidas.

La empresa competitiva tiene una visión a largo plazo, mientras que la competente tiene una visión a corto plazo. La empresa competitiva mostrará su potencial para que el resto sepa que puede hacerse con la mayor cuota de mercado y trabajará para desarrollar ciertas ventajas que el resto desconoce. Esa capacidad de estar sistemáticamente desarrollando ventajas frente al resto de competidores es su mejor arma para alcanzar, mejorar y mantener su posición.

Si la lucha por llegar al Top 1 es sangrienta, imagina la de mantenerse en esa posición. Eres tú contra el resto del mundo. La innovación es clave en este punto. De hecho, ya habrás escuchado decir que si una empresa no es competitiva está condenada a morir.

¿Quiere decir esto que una empresa competente no tiene futuro? No, no estamos diciendo eso. La empresa competente cuenta con las cualidades y los conocimientos correctos para desempeñar una función determinada. Sin embargo, no tiene porque poner en marcha todos los mecanismo para que eficiencia, eficacia e innovación converjan en un punto concreto. Es decir, la empresa competente solo es eficaz en tanto en cuanto es capaz de logra objetivos, pero no optimiza los esfuerzos. Algo que la empresa competitiva sí hace.

Toda empresa competitiva mejorar sus resultados económicos-financieros optimizando sus esfuerzos, innovando y mejorando su eficiencia Clic para tuitear

Cualquier empresario o emprendedor con ambición que desee jugar en esta contienda, debe saber competir, no sólo conseguir objetivos de mercado sino querer mejorarlos.

En definitiva, decimos que una empresa es competitiva cuando consigue operar con la mejor eficacia y eficiencia posible, incrementando así su cuota de mercado y sus resultados económico-financieros.

Detecta y analiza a tus competidores

Cuando hablamos de competencia nos referimos a 3 tipos de competidores:

  • Competidores existentes: Son las empresas que ofrecen los mismos servicios. Coexistimos con ellas. Se encuentran en nuestro nicho de mercado.
  • Competidores potenciales: Aun no están en nuestro nicho de mercado pero lo desean. Es cuestión de tiempo que lo consigan. Son casi más peligrosos que los competidores existentes porque siempre están en busca de ventajas e innovaciones para hacerse un hueco en el mercado.
  • Los sustitutos: Es un competidor que utiliza otro tipo de metodología, producto o servicio pero con el mismo resultado.

Si quieres localizar a tus principales competidores, lo primero que tienes que hacer es una búsqueda en Google por las keywords con las que te quieres posicionar. Haz una lista de todos los resultados que encuentres. En base a ellos, verás que las primeras posiciones (sin contar los resultados de pago) pertenecen a las empresas con las que competirás en un futuro.

Cuando selecciones las 5 o 6 marcas que se posicionan en la primera hoja de resultados de Google, dibuja un mapa de posicionamiento. Haz una línea horizontal y una línea vertical. El resultado es un eje de coordenadas dividido en base a dos variables: calidad de información y posicionamiento.

  • Eje horizontal (X). Hace referencia a la calidad de la información. De izquierda a derecha irá de menor calidad a mayor calidad informativa.
  • Eje vertical (Y). La parte superior indica un mejor posicionamiento de tu empresa respecto a la competencia y la parte inferior, un peor posicionamiento.

Sitúa dentro del mapa dónde te encuentras tú actualmente y dónde te gustaría estar. Después sitúa a tus competidores. Analiza la información que tienen y dónde se posicionan, qué podrías añadir, cambiar o mejorar con respecto a lo que ellos ofrecen.

Mejora la competitividad de tu empresa

Una vez analizada la competencia y conociendo el campo de batalla en el que vas a luchar, hay otros aspectos que hay que tener en cuenta para que una empresa se mantenga en buena posición dentro del mercado.

Innova. Se diferente. Tecnología al servicio de la empresa.

Una empresa competitiva debe estar continuamente abierta a nuevas ideas. Las empresas más innovadoras, de hecho, son las que más potencia tienen en cuanto a competitividad se refiere. Las empresas más importantes a nivel mundial son las tecnológicas, aquellas que agregan valor por medio del desarrollo y la mejora de productos y servicios.

Este tipo de empresas son tan competitivas porque no se dejan ningún detalle por analizar. No sólo se fijan en el producto, sino en el proceso de producción, la comercialización, la atención al cliente, el modelo de negocio o la estrategia de marketing. Todo con el fin de acceder a nuevos segmentos y aumentar los beneficios.

Además, no es casual que estas empresas insten mucho a sus empleados a ser creativos y proponer ideas, con el objetivo de generar una cultura de innovación entre los miembros del equipo. Igualmente, se las ve en las mejores ferias y reuniones donde pueden captar ideas que puedan mejorar algún área de su negocio.

La innovación y pensar diferentes, fuera de la “caja”, es una inversión y un desafío. No es una perdida de tiempo pararse a pensar. Una estrategia de innovación es una estrategia competitiva. Al final, hacer algo diferente no es ser extremadamente creativos, sino observar una necesidad no cubierta o mejorar la insatisfacción de un cliente, ya sea en el mundo online y offline. La innovación es garantía de éxito.

Fideliza clientes. Comunícate y aumenta su satisfacción.

Puede que tu producto o servicio sea de gran calidad y pueda competir con éxito, pero tienes que saber venderlo. Para ello, necesitarás diseña la mejor estrategia de marketing y publicidad y definir una estrategia de contenidos que puedan posicionarte, logra generar impacto y hacer branding.

En un artículos para Entrepreneur, Peter Voogd, fundador de The Game Changers Academy, afirmaba que es más fácil cuidar a los clientes que ya se tienen que conseguir nuevos. Por lo tanto, una buena estrategia para que nuestra empresa sea más competitiva es, al margen de la estrategia de marketing y publicidad, hacer branding con los clientes. Convertirlos en embajadores. Personas que promueven nuestra marca con orgullo.

Personaliza el trato con tus clientes, recoge información y datos suyos para conocerles mejor. Que sientan que les conoces.

Para esto, hoy en día disponemos de canales de comunicación que nos permiten gestionar nuestros contactos y listas de clientes o usuarios. Herramientas como el CRM son instrumentos estratégicos claves para aumentar a satisfacción de cliente.

La idea es prestar un servicio excepcional al consumidor, desde que entra en contacto con la marca, acude a atención al cliente, conoce al empleado y le recibe el CEO. Es la forma de enamorar al cliente y mantenerle fiel. Hacerle sentir escuchado, cómodo, en casa.

Trabajar esta área es fundamental para posicionar tu negocio y ser competitivos con respecto a la competencia.

Optimizar los procesos de trabajo. Optimizar costes.

Decir que una empresa optimiza los procesos de trabajo es lo mismo que decir que una empresa invierte en productividad.

La productividad es una medida económica que calcula cuántos bienes y servicios se han producido por cada factor utilizado durante un periodo de tiempo. Invertir en productividad supone medir la eficiencia de producción, es decir, obtener el mejor o el máximo rendimiento utilizando los mínimos recursos. Una empresa competitiva intenta utilizar el menos número de recursos para producir la misma cantidad. Mayor productividad = Mayor eficiencia.

Otro de los motivos por los que una empresa invierte en productividad es por la mejora en la calidad de vida de un empleado, repercutiendo en sueldos, rentabilidad del proyecto, inversión y futuro empleo.

Además, el hecho de crear una estructura de procedimientos y coordinar equipos de trabajo para lograr que una empresa haga más por menos, también permite detectar puntos débiles y fuertes de una organización. De esta forma, se podrán reforzar aspectos positivos y corregir las debilidades que disminuyen la competitividad de una empresa.

Muchas empresas están observando ya los beneficios de la digitalización y el uso de programas de gestión en la nube para reducir gastos, tiempos y adquisición de licencias.

El Precio

Elaborar una estrategia de precios mejora la competitividad de una empresa y supone una ventaja sombre la competencia. Cuando se está empezando, un precio más bajo puede ser ideal para ganar espacio en el mercado, mientras que uno muy alto puede aplicarse a productos de calidad y valor agregado.

Al momento de elaborar una estrategia de precio, el emprendedor debe saber que si no se aplica bien, puede perjudicar al negocio, disminuyendo las posibilidades de competir.

Factores clave para una empresa competitiva

La competitividad tiene dos derivadas:

La competitividad interna de una empresa: se refiere a su capacidad de organización y de su continuo esfuerzo por superarse y lograr el máximo rendimiento con los recursos disponibles.

La competitividad externa de una empresa: orientada a la adquisición de logros dentro del niño de mercado o al sector al que pertenece. Se vincula a las ventas.

Ventas = crecimiento = empresa eficiente

El miedo es para los cobardes

En tu mano está la decisión de querer disputar esta batalla o no. Decidas lo que decidas, hagas lo que hagas, no tengas miedo. El verdadero fracaso es no intentarlo. Puedo que hagas frente a tus nuevos rivales y pierdas. No pasa nada. Puede que luches y ganes con éxito. Puedes leer todos los trucos y estrategias que quieras, pero la verdadera clave de tu éxito es que un día pasaste a la acción.