MERCEDES MARCOS- “Nunca pensé que podría sustentarme con esto, pero a lo mejor es más posible de lo que imaginaba”. Silvia Fernández, fundadora de la entidad social Arte Paliativo, arrancó su proyecto con la expectativa de canalizar el arte como fórmula para mejorar la calidad de vida en personas con enfermedades avanzadas. Sin embargo, lo que en origen era un compromiso altruista, es ahora una forma de emprendimiento social, que le ha permitido a Fernández proyectar toda su generosidad en un modo de ganarse la vida.
El arte como fórmula para mejorar la calidad de vida en personas con enfermedades avanzadas. Clic para tuitear
Pero su inclinación por paliar a través del arte le viene de antaño. “Cuando niña, mi hermana padecía terribles ataques de pánico por la noche. Los especialistas no encontraban solución a este problema, y sin embargo iniciar sesiones de musicoterapia fue lo que le ayudó a superarlo”, comenta Fernández.
La fundadora de Arte Paliativo, que se formó como educadora social, diseñó durante un año un programa de intervención a través del arte que ayuda a mitigar el día a día de personas gravemente enfermas. “Empecé sola y luego me involucré en programas de innovación y emprendimiento social, para participar después en el primer programa Invisible Beauty Makers, una iniciativa de la Fundación Puig, que me acompañaron en el proceso. En este punto, contar con alguien que ejercía de mentor con 25 años de experiencia, fue clave”, expone Fernández.
En Arte Paliativo conviven dos líneas de negocio: una pública y subvencionada, que desarrollan en el Hospital de Tarrasa, y otra privada, en la que ofrecen sus servicios a través de empresas o de forma particular, a domicilio.
“Nuestros talleres se basan en la mediación artística, en utilizar como herramientas la pintura, la música o la escultura de modo que les sirva como acompañamiento emocional”, asegura Fernández.
“En el hospital tiene mucho poder en la mente del enfermo la idea de que ya no es quien era, que ya no puede hacer lo de antes.
El hecho de poder escoger en algo –porque no pueden elegir cuando dormir o comer- cobra fuerza” -explica la fundadora de Arte Paliativo- . “Sienten que no los miramos como si fuesen enfermos, porque ellos son dueños del color de aquello que pintan. Es una forma de estar en el presente haciendo algo, aunque sea un trazo o una línea, y que los enfermeros le digan que qué bonito”.
No obstante, para Silvia Fernández aún queda mucho camino por recorrer sobre el conocimiento de este tipo de ayuda social para enfermos. “Países como Alemania, Inglaterra o EEUU nos llevan siglos de ventaja”.
Las herramientas como la pintura, la música o la escultura de acompañamiento emocional. Clic para tuitear
Cada mes, medio centenar de pacientes de media, pasan por las manos de la Fundadora de Arte Paliativo y su compañera Neus Frigola.
Juntas avanzan por este camino de emprendimiento social en el que aprenden mucho de la vida, porque conviven de forma natural con la muerte. “De los pacientes aprendes que el tiempo se relativiza. Vamos a la carrera y no te das cuenta de lo que importa un momento de silencio, una ducha…valoras realmente lo que tienes”.
Arte paliativo para sanar el espíritu, que cura más que los calmantes.