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Aprende por qué algunas empresas se hunden en mercados saturados mientras otras crean espacios nuevos y lideran sin competencia.
¿Qué son los océanos rojos y los océanos azules?
Imagina dos tipos de mercados:
Océanos rojos: son mercados saturados y muy competitivos. Todas las empresas venden productos similares y pelean por los mismos clientes. Esto hace que la competencia sea dura, los precios bajen y las ganancias se reduzcan.
Océanos azules: son mercados nuevos o poco explorados. Aquí la empresa no compite, sino que inventa algo diferente que atrae clientes nuevos y crea demanda.
La idea clave es: en un océano rojo luchas por una porción de un mercado existente; en un océano azul, creas un mercado nuevo donde tú eres el líder.
Cómo crear un océano azul: la innovación de valor
Para moverse a un océano azul, las empresas usan la innovación de valor, que combina:
- Diferenciación: ofrecer algo que nadie más ofrece.
- Eficiencia de costes: hacerlo de manera rentable.
Kim y Mauborgne sugieren usar la matriz de cuatro acciones para diseñar tu producto o servicio:
- Eliminar cosas que la industria ofrece pero que los clientes no valoran.
- Reducir aspectos que cuestan mucho sin aportar valor real.
- Incrementar lo que realmente importa al cliente.
- Crear algo completamente nuevo que nadie más ofrezca.
Qué hacer en tu empresa
Si quieres aplicar esta estrategia:
- Observa qué problemas tienen los clientes que nadie resuelve.
- Inspírate en otras industrias para ideas nuevas.
- Pregunta a quienes todavía no compran tu producto qué les haría decidirse.
- Prueba ideas nuevas con pequeños experimentos antes de lanzarlas a gran escala.
En resumen, la estrategia de océanos azul y rojo nos enseña que competir no siempre es la mejor opción. Puedes quedarte en un océano rojo luchando con otros o crear un océano azul y liderar un mercado nuevo, ofreciendo algo diferente y valioso para tus clientes.
