Wetaca: táper de MasterChef a domicilio

FLORENCIA CIGANDA.-  Wetaca es la forma en la que dos amigos han sabido convertir su pasión por la comida casera en negocio. Andrés Casal y Efrén Álvarez son dos jóvenes que, a partir Wetaca es la forma en la que dos amigos han sabido convertir su pasión por la comida casera en negocio.de su experiencia personal, decidieron apostar por lo que creían que era una necesidad para muchos. Con trabajos de recién licenciados, no podían permitirse comer fuera todos los días y al llegar a casa lo último que les apetecía era ponerse a cocinar para el día siguiente. Acababan acudiendo al supermercado para comprar ensaladas, o pidiendo  comida a domicilio, renunciando así a su pasión por la comida casera.

De Masterchef a tu casa

Efrén empezó a decantarse por el mundo de la cocina, creó su propio blog, entró en Masterchef y finalmente acabó trabajando en ABaC, el restaurante de Jordi Cruz en Barcelona. Fue allí donde nació su idea, veía como en la alta cocina utilizaban a diario el envasado al vacío para conservar los alimentos, y cómo estos se mantenían como el primer día. “Efrén me llamó por teléfono y me dijo: a los dos nos encantan cocinar y estamos renunciando a ello por nuestros trabajos ¿por qué no preparamos todo el domingo en casa, lo envasamos en raciones individuales y nos lo llevamos a la oficina?”, cuenta Andrés. Al principio la idea no convencía a Casal, no confiaba en que pudiera mantener la calidad, pero si lo hacían en un restaurante con dos estrellas Michelin ¿por qué a ellos nos les iba a funcionar?

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Con el cheque regalo de MasterChef se compraron una envasadora al vacío y estuvieronWetaca es la forma en la que dos amigos han sabido convertir su pasión por la comida casera en negocio. tres meses haciendo pruebas. Su filosofía es “monta la empresa que te puedas permitir”, ellos, dos chicos de 23 y 24 años, no podían aspirar a más que su cocina, la envasadora y muchas ganas de comer bien. Probaron durante ese tiempo las recetas y el proceso de conservación, empezaron a dárselo a algunos amigos y la respuesta fue buena. Pasaron de esos siete amigos a treinta personas en muy poco tiempo, pero el trabajo era demasiado. Eran ellos quienes se encargaban de todo el proceso, cocinaban, envasaban, limpiaban y repartían. Decidieron pedir dinero a sus padres para trasladarse a un local y así lo hicieron. Cambiaron su cocina por el barrio madrileño de Prosperidad y decidieron emprender esta nueva etapa.

La ronda de financiación les permitió crecer

El primer año lo recuerdan como muy duro, no cobraban, trabajaban mucho y cuando llegó el verano decidieron darle un empujón. De septiembre de 2015 a enero de 2016 crecieron mucho, llegando a ser rentables. Contrataron a un jefe de cocina, lo que le permitió a Andrés dedicarse en exclusiva a buscar formas de expandir su negocio. Hasta ese momento no habían invertido dinero en crecer, lo habían hecho de forma orgánica, gracias al boca a oreja. Pero tenían claro que si querían agilizar este proceso debían empezar a invertir dinero. “Necesitábamos dinero para contratar a gente que llevara el marketing, la tecnología y el diseño”, apunta uno de sus fundadores.

Wetaca es la forma en la que dos amigos han sabido convertir su pasión por la comida casera en negocio.Empezaron a ver como se estaban financiando empresas similares y descartaron desde el primer momento acudir a un banco o pedir más dinero a sus padres. Indagando descubrieron las rondas de financiación, el método preferido por las startups. Se informaron, investigaron,  y leyendo descubrieron el libro ¿Tienes una startup? de Luis Martín Cabiedes. Vieron que Wetaca encajaba perfectamente en todo lo que a él le gustaba de los emprendedores. “Enviamos un mail en frío y le contamos nuestro caso, le enseñamos nuestras métricas y le invitamos a conocernos”, comenta Andrés.” Vino, lo vio, le encantó y así cerramos la ronda”.

En cuatro años han pasado de ser dos chicos con una gran idea, a empresarios de éxito al frente de una compañía con más de 40 trabajadores que gestiona más de 1.300 pedidos semanales. Actualmente reparten desde Madrid a toda España, aunque en Valencia y Barcelona ya han montado una logística propia para abaratar los gastos de envío, y así crecer más en estas ciudades.

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Wetaca: We take care

A pesar de que en la época en la que cocinaban en su casa no tenían nombre, Wetaca es el nombre que han elegido para comercializar su idea. No querían un nombre preconcebido, sino que buscaban construirlo en torno a su identidad y a su trabajo. Y así surgió, a partir de la  abreviatura de We take care, nosotros cuidamos de ti en inglés, algo que en palabras de Andrés les representa. “Cuando los primeros clientes probaban nuestro producto les gustaba y repetían, nos sentíamos con la responsabilidad de cuidarlos. Esta gente confía en nosotros para que cuidemos de su alimentación.”

¿Cómo funciona?

Su funcionamiento es muy sencillo, el cliente se mete en la web selecciona un plato con un Wetaca es la forma en la que dos amigos han sabido convertir su pasión por la comida casera en negocio.pedido mínimo de 22 euros, elige el día en que quiere recibirlo y ellos envían un correo para acotar horarios. La empresa registra la petición y comienza el proceso de elaboración. Cocinan en lotes pequeños para mantener la calidad de sus platos y siempre utilizan materia prima fresca. Una vez que el plato está hecho, lo racionan en unos 500 gramos y lo enfrían. Es en esta parte donde radica la clave de su conservación, no utilizan aditivos. Pasan su comida de 70 grados a 2 en apenas 90 minutos. Esto no permite a los microorganismos reproducirse y consiguen que la comida se mantenga en buen estado hasta 8 días. Lo envasan al vacío para evitar la oxidación y ya lo empaquetan y envían. Además, cambian la carta cada semana para que los clientes habituales no se aburran y sus precios rondan los 6 euros por ración.

Clientes satisfechos, su mejor publicidad

Sus clientes son personas a las que les gusta comer bien todos los días, pero que no tienen tiempo para cocinar. El grupo mayoritario está entre los 25 y los 45 años, residentes en grandes ciudades y con trabajos que les obligan a comer fuera. Aunque cada vez son más familias las que se suman. Andrés define a sus consumidores como “gente a la que le preocupa su tiempo y quiere aprovechar sus horas libres para estar con su familia y amigos, tener momentos de ocio. No quieren cocinar, pero tampoco decir adiós a la comida casera, sana y variada”.

A la hora de promocionarse tratan de cuidar muy bien sus redes sociales. Muestran en ellas su trabajo con total transparencia, ese es el gran valor de Wetaca, “personas cocinando para personas”, no hay máquinas ni líneas de producción. Reconocen que el 50% de sus clientes llega por recomendaciones de otros, “suele suceder que en el trabajo ven como el que siempre comía sándwiches de la máquina se está calentando un táper que huele genial y le preguntan”, comenta el creador. Para ellos la clave del éxito se basa en cumplir con su propuesta de valor, que cuando comas Wetaca disfrutes de comida sana y variada por 6 euros.

El gran valor de Wetaca es que son “personas cocinando para personas” Clic para tuitear

Su principal reto es seguir creciendo e ir mejorando sus servicios. A los nuevos emprendedores Andrés le recomienda “que intenten hacerlo todo lo pequeño que puedan, con los mínimos recursos posibles probar si ese negocio puede ser factible con un producto o servicio que solucione el problema”.