Vodafone estaría negociando la adquisición de la operadora española Ono, que actualmente está en pleno proceso para salir a bolsa, según publica la agencia de noticias Bloomberg. Vodafone parece haber elegido la estrategia de crecer a la opción de mejorar otros activos. ¿Acierta o se equivoca?
Las negociaciones ya están en marcha aunque el resultado es incierto, ya que no hay garantías de que llegue a buen puerto y si no se produjera, los dueños de Ono mantendrían su plan de salir a bolsa. La posible adquisición entraría en la estrategia de expansión de Vodafone en servicios como el Internet de alta velocidad y televisión en Europa, ya que Ono es el principal operador de cable en España.
Muchas empresas deciden emprender una huida hacia delante y deciden mover ficha en esta dirección, que a corto plazo tiene sus réditos. Eliminar un competidor, aglutinar clientes y mejorar la posición y control en el mercado son los pros, pero oculta los cambios necesarios para ser más competitivos: mejorar el servicio existente, dar una buena tención al cliente y, en definitiva, consolidar y fidelizar.
Ambos modelos de crecimiento son válidos pero ser más grande no te garantiza el respeto de tus clientes, sólo aumentar su número, más en un sector tan dinámico pero tan necesitado de una buena atención al consumidor.
Añadimos otra variable a la ecuación: ¿Estarán dispuestos todos los clientes de Ono (algunos ex clientes de Vodafone) a seguir a pesar del cambio? La reputación de las empresas no se puede comprar y los clientes mantienen en su mapa mental amores, pero también fobias.