QUIBI: el fracaso del formato TikTok orientado al cine

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  • Quibi contó con una financiación inicial de 1.700 millones de dólares.


  • Su formato híbrido entre Netflix y TikTok no funcionó entre el gran público.

Son muchas las empresas que han optado por la creación de plataformas de streaming. La tendencia y el creciente número de suscriptores en servicios como Netflix, impulsaron la aparición de medios de servicios audiovisuales. Hoy vamos a hablar de Quibi, el fracaso del formato TikTok orientado al streaming.

CÓMO NACE QUIBI

Quibi fue una propuesta creada en 2018 por el productor de televisión Jeffrey Katzenberg y por la empresaria Meg Whitman. Ambos con un gran elenco de proyectos exitosos, se conocieron trabajando en Disney, Jeffrey como director ejecutivo y Meg como directora de Marketing en 1989.

Posteriormente Jeffrey fundaría DreamWorks y llevaría a la gran pantalla películas como Shrek o Madagascar entre otras. Meg por otro lado, estuvo trabajando en grandes empresas tecnológicas como Ebay o HP, por lo que la unión con Katzenberg no podía traer más que buenos presagios, siendo ambos grandes profesionales en sus respectivos campos.

Quibi nace como una propuesta portable del formato que ya podemos encontrar en HBO o Netflix, sin embargo estaba orientada a una reproducción en dispositivos móviles. Adaptando todo su contenido a una visualización tanto horizontal como vertical.

Con una financiación inicial de 1.700 millones, Quibi quería ofrecer una nueva forma de ver el contenido a todas aquellas personas que no disponían de tanto tiempo para este tipo de servicios, aprovechando las horas muertas que las personas pudieran tener en su día a día. Ya sea en el transporte público, en descansos laborales o colas de espera, la plataforma quería aprovechar la tendencia de consumo instantáneo aprovechando el gran tirón comercial de los smartphones. Además de esto, obtuvo el apoyo de grandes directores y celebridades como Steven Spielberg para la producción de contenido exclusivo que incentivara a su uso.

Tras su lanzamiento el 6 de abril de 2020, la plataforma ofrecía 90 días de prueba gratuita, con un precio de 8 dólares al mes con opción de pagar una suscripción reducida con publicidad por 2 dólares menos. Adquiriendo 2 millones de descargas en sus primeras semanas, prometía ser un éxito comercial.

LA CAÍDA DE UN PROYECTO DESMEDIDO

Se esperaba conseguir 7 millones y unos ingresos de 250 millones de dólares en 2020, sin embargo, no fue así. El formato en plena pandemia fue la causa principal, siendo incapaz de ofrecer un servicio hibrido entre Netflix y TikTok.

La plataforma dependía de un público que principalmente consumía fuera de los hogares, y los confinamientos llevaron a la plataforma a perder visibilidad y usuarios mes a mes.

La prueba gratuita no fue suficiente, y el contenido no aseguraba una base estable de usuarios capaz de mantener el negocio. Y no es más que evidente la complejidad del sector en estos últimos años en los que hay una batalla constante entre volumen de contenidos y calidad.

Tras hacer pública su venta, a principios de 2021 se anunciaba el acuerdo con la empresa Roku Tv, adquiriendo todo el contenido exclusivo hasta la fecha por menos de 100 millones de dólares.

Esto es un ejemplo innegable de que no todo vale, y el hábito de consumo no lo es todo, y por ende, debemos ser precavidos a la hora de analizar las nuevas tendencias y el nuevo rumbo que está sufriendo el mercado.