Este año me he propuesto, que de una vez por todas, me voy a organizar el trabajo para no estresarme las últimas semanas antes de las vacaciones de verano. Ya sé que aún queda tiempo para que llegue agosto pero es que me conozco y siempre lo dejo todo para el último momento. He intentado paliar en muchas ocasiones este problema de organización pero hasta ahora no lo he conseguido…y mira que llevo años trabajando pero soy un desastre.
Por ejemplo, el año pasado durante las dos últimas semanas de julio casi me da un infarto de tanto trabajo acumulado que tenía. A los temas que me quedaban por cerrar se sumó un viaje fuera de Madrid, reuniones y los encargos que día a día iba añadiendo mi jefe al montón. La última semana incluso se me pasó por la cabeza que no me daría tiempo a finalizar todo y que los primeros días de agosto le tendría que dedicar algunas horas en casa.
Este año está siendo diferente porque a principios de mes me hice un planning con los asuntos pendientes, reuniones y viajes que tengo previstos para junio y julio. Incluso me he dejado un margen de tiempo para los “marrones” de último momento muy típicos de mi jefe. Ya os iré contando cómo lo llevo.
Marcial Trincado
