Las tasas de paro de los menores de 30 años se han triplicado en algunos tramos de edad, sin hacer distinciones en los niveles de formación de los distintos colectivos. La dificultad de encontrar trabajo en los últimos años ha movilizado a miles de jóvenes españoles a buscarse la vida en el extranjero.
Los jóvenes más preparados han tomado la decisión de buscar empleo en otros países donde la crisis no ha azotado tan fuerte el mercado de trabajo, así pues, más de 200.000 personas, mayoritariamente jóvenes, han abandonado el país. Desde octubre de 2007, cuando la crisis comenzó a reflejarse en la ocupación, hasta octubre de 2010 el número de españoles censados en los registros españoles ha descendido en 205.526. En los últimos 12 meses lo hicieron casi 97.000, según el censo de españoles residentes ausentes.
Otro comportamiento que ha generado la crisis entre la población juvenil, y como consecuencia directa para encontrar empleo, es la prolongación del periodo formativo. El alumnado matriculado en las pruebas de acceso a la universidad española en 2009 llegó a 230.316 personas, con un avance del 5,6% sobre 2008.