Las malas cifras del sector de la telefonía móvil con la que se cerrará el año impulsan a las compañías a poner en práctica su mejor estrategia de marketing en el mercado. Orange parece que está apostando fuerte a su crecimiento, tras la compra de Simyo y los rumores sobre la compra de Yoigo. ¿Cuál será la reacción del mercado y de la competencia?
Según datos emitidos por la Comisión Nacional del Mercado de la Telecomunicaciones conocidos recientemente, la telefonía móvil perdió en octubre 486.183 líneas lastrada por la fuerte caída en el mercado de prepago y en las datacards, por lo que son ya nueve los meses consecutivos de descensos en este segmento. Con el mercado en caída, el peso de cada decisión estratégica es vital para evitar la pérdida de posiciones o aprovecha esta tesitura para emprender el asalto a posiciones dominantes. Este parece ser el caso de Orange.
La compañía de France Telecom parece que está apostando fuerte a su crecimiento, tras la compra de Simyo y los rumores sobre la compra de Yoigo. Vodafone y Movistar tomaron una medida, la de no subvencionar los dispositivos, que han tenido que reconsiderar tras la pérdida acusada de clientes que experimentaron en los primeros trimestres del año y ahora parecen más preocupados en reestructurar sus plantillas que en activar planes para aumentar sus cuota de mercado. Nos encontramos en un momento interesante, una batalla estratégica por adaptarse a la nueva situación.
