Los nuevos hábitos del turismo nacional

Casi un tercio de los españoles no han salido de vacaciones en el último año. El resto no renuncia a ellas pero el perfil ha cambiado. Destinos nacionales, con estancias más cortas, viajes menos frecuentes, en coche particular y en alojamientos en propiedad o de familiares y amigos son las pautas que marcan los nuevos hábitos del turista español. Ahora el reto del sector reside en cómo reactivar el consumo interno ateniéndose a estas tendencias.

Los españoles siguen viajando, aunque sus vacaciones han cambiado. El pasado año, se realizaron casi 159 millones de viajes, pero en más de las tres cuartas partes el destino vacacional fue nacional. ¿Cuáles son las preferencias de los españoles en tiempos de crisis y cómo se puede reactivar el consumo interno del turista nacional?

Los producto preferidos por los españoles en tiempos de crisis son los paquetes vacacionales ‘todo incluido’, seguidos por los cruceros, ambos por el precio y por su concepto aún novedoso. Pero hay muchas más opciones que siempre han estado ahí y que requieren de un impulso para ser más atractivas. Uno de estos susbsectores es precisamente el turismo rural, que va a ser objeto de una reforma este año por parte del Gobierno. El objetivo es homogeneizar la clasificación de alojamientos rurales en todas las comunidades, adoptando el símbolo de estrellas verdes. Las regiones ya han empezado también a poner en valor sus platos fuertes como la gastronomía, el patrimonio, la cultura o la naturaleza. Turismo de aventuras, enológico, circuitos culturales, ofertas temáticas y un largo etcétera son las numerosas opciones que se abren a los turistas. También el denominado Turismo social (de la Tercera Edad) es una destacada baza de futuro.

Los hoteles, para atraer turistas, han apostado por la bajada de sus precios –en torno a un 20% más bajos en los últimos cinco años-; por dar mayor valor añadido al clientes con servicios como campos de golf, salas de reuniones y otros muchos; e, incluso, por especializarse por perfil de clientes, como hoteles para bebés, homosexuales, etc.

Desde el sector se apunta que todas estas medidas deben ser reforzadas con otras que dinamicen el consumo interno como una bajada del IVA y la aplicación de las mismas tarifas para el turismo extranjero y el nacional. Poner en valor la magnífica infraestructura ferroviaria de nuestro país e impulsar destinos turísticos ‘inteligentes’ donde la tecnología sea un valor añadido son otras opciones. Estas y otras muchas son las posibilidades que existen en el primer sector productivo de nuestro país, necesarias para impulsar su propia actividad y, a la vez, confirmar nuestro liderazgo como potencia turística mundial.