La hora del Marketing político

Esta noche tendrá lugar el que por el momento es el único debate entre los dos principales candidatos a la presidencia del gobierno de España, Mariano Rajoy del PP y Alfredo Pérez Rubalcaba del PSOE. Es el momento de recordar la importancia del marketing político a lo largo de la historia.

El comienzo de lo que hoy llamamos el marketing político podríamos situarlo en Estados Unidos en los años 60, con el primer debate entre Kennedy y Nixon, en el que los votantes descubrieron que podían comparar a los dos candidatos.
Otro caso emblemático de la influencia de la TV en el resultado de la imagen de un político fue el debate Carter-Reegan de 1980. No ganó el debate el candidato más preparado sino el que mejor control de la imagen tenía y que Reegan hubiera sido actor fue un activo más que interesante en los debates.

Los gestos también son decisivos en la imagen de un candidato, y más delante de la TV, el medio de comunicación de masas más potente. George Bush cometió el error de mirar el reloj durante la pregunta de un periodista, una mala imagen que sin duda contribuyó a su derrota ante Clinton en 1992.

En las elecciones norteamericanas, de 2008, John McCain hizo un gesto gracioso con la intención de ablandar su pétrea imagen de ex militar, en uno de los debates con el carismático Obama. El veterano republicano no pudo con un candidato que contaba con buena imagen y que además realizó un efectivo uso de distintas herramientas de marketing, entre ellas las redes sociales.

Ya en España, podríamos destacar la lucha de estrategias que se dio en los debates González-Aznar, en los que se demostró que un mensaje breve y repetitivo calaba más en los televidentes. Se estima que el porcentaje de votos que pueden variar su signo en España tras el debate es un 6%. Puede parecer poco, pero puede ser el factor que incline la balanza hacia un candidato u otro.

Rubalcaba tendrá por principal objetivo obviar los fallos del pasado y mostrar las diferencias con el anterior gobierno y Rajoy deberá transmitir confianza e ilusión al electorado a pesar de los recortes que se avecinan. El debate lo decidirán matices, ya que la ropa ha ido perdiendo importancia, los dos ya son políticos experimentados y nadie acudirá con la guardia baja.

Desde Foromarketing creemos que el objetivo de los candidatos ya no consiste en convencer a los votantes, sino que ha dado un paso más. Su misión ahora es seducir, gustar, atraer al “cliente” con la única salvedad de que el precio no se paga en euros sino en votos. El proceso de venta ya ha comenzado.