La descuidada atención al cliente

Me desquicio con el servicio de “atención” al cliente de algunas empresas. Mis peores experiencias son con las compañías de telecomunicaciones. Hace dos semanas me llegó una factura del consumo de móvil en la que me cobraron algunos servicios que yo no había consumido. Esta es una de las desventajas de tener Internet en el móvil, como no controles bien las facturas, te cobran lo que quieren. Cogí aire y me dispuse a hablar con una “amable” teleoperadora. Hablo en femenino porque el 90% de las veces que me han atendido ha sido una mujer.

Después de tenerme al teléfono más de cinco minutos esperando, me atendió una teleoperadora y le expliqué mi problema. Yo no sé dónde tienen ubicado el servicio de atención al cliente pero se suele oír un jaleo horroroso de fondo. Me sorprende cómo grandes empresas de telefonía móvil cuidan tan poco este servicio y no mejoran su funcionamiento. Parece que el cliente les importa más bien poco. Hice un esfuerzo para entender lo que me estaba explicando, me dijo que lo único que podía hacer era presentar una reclamación, llamar a las 48 horas para ver si se había procesado y esperar que devolvieran el importe en la siguiente factura. Sólo con pensar que tenía que volver a llamar me puse enfermo. Pasados dos días volví a llamar y la teleoperadora me indicó que no tenía que haber llamado a las 48 horas sino a las 72 horas. No entiendo por qué cada operadora dice una cosa diferente, por qué no tienen los mismos criterios y por qué parece tan complicado tener un buen departamento de atención al cliente.

Luego se quejan de que pierden clientes y se marchan a otras compañías. Yo sí sé por qué es, porque no cuidan a sus clientes. Sin embargo, las otras empresas no son mejores, son los mismos perros con distintos collares.