Después del escándalo de las Cajas de Ahorros en España y la situación de desconfianza total y absoluta que tienen los clientes hacia el sistema financiero, la gota que ha colmado el vaso de la irresponsabilidad y mala praxis en el sistema bancario europeo, ha sido el escándalo de manipulación de cifras del banco Barclays en la City londinense.
La City, el paraíso del sector financiero, se ha metido en el ojo del huracán. Entre los años 2005 y 2009, el banco de referencia británico, Barclays, manipuló las cifras del índice líbor, el tipo de interés al que se prestan el dinero en libras las entidades en el mercado interbancario londinense. Obteniendo beneficios de una manera irregular, a costa de los clientes que confiaron sus ahorros e hipotecas a la entidad. Casos de escándalos y manipulación de cifras los hemos visto y los estamos viviendo en nuestro país. Recientemente con Bankia y hace ya algún tiempo con el escándalo de la Caja de Castilla la Mancha. Es intolerable que las entidades bancarias no practiquen una política de transparencia total y absoluta y depuren responsabilidades con la mayor urgencia posible.
En nuestro país ningún Consejero Delegado ha renunciado a su cargo, ningún presidente de Caja de Ahorros ha dimitido. En cambio en Londres el presidente de Barclays, Marcus Agius, dimitió de su cargo y pidió disculpas a los clientes. No es suficiente esa dimisión, pero por lo menos acepta la responsabilidad que han tenido dentro del escándalo de manipulación de cifras que ha provocado el tsunami dentro de la City.
Desde el punto de vista del Marketing, es imprescindible que el sector bancario devuelva la confianza al mercado. Esto se debe traducir en que, todo el esfuerzo que están haciendo los equipos de trabajo, deber ser llevado a cabo con una buena gestión y estrategia para la potenciación de la imagen corporativa. Este trabajo lo deben desarrollar con todos los elementos y herramientas que tienen a su alcance para lograr obtener de nuevo el respaldo y confianza de los clientes.