Si usted tiene previsto hacer algún regalo a un trabajador debería saber que a partir de mañana podría ir a la cárcel por ello. La reforma del Código Penal, que entra en vigor mañana, introduce multas y penas de prisión de seis meses a cuatro años para el delito de corrupción entre particulares, con lo que cualquiera que conceda o acepte regalos que pretendan comprar voluntades u obtener cualquier beneficio en la compra o venta de mercancías puede incurrir en un delito.
Hasta ahora este comportamiento sólo estaba contemplado el Código Penal para el cohecho clásico de funcionarios en sus dos formas, activo y pasivo. Es decir, si quien recibía el soborno era una autoridad o funcionario público.
Uno de los mayores problemas que genera este cambio legislativo es establecer dónde está el límite entre lo que simplemente un regalo de cortesía, muy propio por ejemplo en estas fechas navideñas, o lo que puede suponer un soborno.