El volumen de negocio que escapa al control fiscalizador del Ministerio de Hacienda será de unos 195.000 millones de euros a finales de 2013. Esta cifra, que supone un 18,6% del PIB español, sitúa a nuestro país junto con Portugal en el tercer lugar de la UE, situándose por detrás de los países del Este. Aunque la cantidad se ha reducido ligeramente respecto a ejercicios anteriores, el alto índice de economía sumergida representa una grave lacra para nuestro sistema económico y repercute negativamente en la imagen de la ‘Marca España’.
El peso de la economía sumergida en nuestro país se concentra especialmente en los sectores de construcción, industria, comercio, restaurantes e inmobiliarias. Una parte importante de las actividades ‘ocultas’ se produce en las pequeñas y medianas empresas. Según el Estudio de Visa Europe que recoge estas cifras, estos negocios tienen un gran volumen en España, que supera a los de la mayoría de los países de Europa Occidental, aunque se mantiene en un nivel similar al de la media europea (18’5%), con un volumen total de dinero no declarado de 2,15 billones de euros.
Para Visa Europa entre los factores que favorecen la existencia de la economía sumergida en España están un nivel impositivo “relativamente alto y complejo” para particulares y empresas, así como una burocracia extendida y con bajos niveles de servicio. Países como Alemania, Francia y Reino Unido figuran entre los países con menor porcentaje de negocio ‘en negro’, frente a los países del Este que encabezan la lista.
