Escalando la cuesta de enero

Esta semana quiero felicitar a todos esos escaladores y alpinistas que logran subir el Everest de nuestros tiempos: la cuesta de enero. Y esta no sólo es para nosotros los consumidores. También para nosotros, los vendedores. Yo también me considero alpinista, pero de la venta. El comienzo del año es siempre ilusionante pero cuando ya hemos superado la veintena de días, todos estamos con el bolsillo tocado.

Y es que, a las típicas objeciones que se nos dan a los comerciales, se ha añadido y se ha asentado la crisis… a lo que se suma que este mes es siempre duro. Aún así, he cogido el piolé, porque soy de los que buscan resultados, no de los que dan excusas, y me he lanzado a escalar la montaña.

Hace frío hasta llegar a la cumbre (crisis y objeciones) pero voy bien abrigado (en la empresa nos descolgamos con promociones locas, de verdad interesantes, por lo que el que pueda comprar que compre) y confío en mi experiencia montañera.

Sólo quedan unos días y la ventisca de enero habrá pasado… por el momento.

Marcial Trincado
Un ejecutivo virtual en el mundo real