Javier Cantera combina experiencia y visión humanista para repensar el liderazgo actual. En su nuevo libro, plantea cómo la inteligencia artificial y la creatividad pueden convivir en las organizaciones.

Con una larga trayectoria laboral, Javier Cantera — fundador en 1997 de la consultora BLC, referente en Recursos Humanos y presidente de Auren People Advisory desde 2019 — nos habla sobre su recorrido y las claves de su nuevo libro “Si Leonardo da Vinci fuese tu CEO”.
El rol del CEO está cambiando en múltiples dimensiones. Según Javier Cantera, la evolución de la inteligencia artificial ha desplazado el valor del saber experto, lo que obliga a buscar perfiles y liderazgos diferentes, capaces de adaptarse a este nuevo entorno.
En su libro “Si Leonardo da Vinci fuese tu CEO”, Cantera se inspira en el modelo de pintura de Leonardo da Vinci para definir las siete competencias clave que deben guiar a los líderes actuales. Destaca la importancia de cuidar figuras como el líder curioso, el que se encuentra en constante aprendizaje, el que acepta el error, el que posee resiliencia y el que sabe gestionar su propio cambio personal como parte esencial de su evolución empresarial.
Vivimos una auténtica revolución en la manera de entender el liderazgo. Cantera defiende la figura del líder auténtico. Nos menciona tres obstáculos que impiden avanzar dentro de las organizaciones, todos ellos humanos:
- La tendencia a glorificar los logros pasados, lo que frena la exploración de nuevas vías de crecimiento.
- Las creencias limitantes que muchas personas arrastran.
- La incapacidad generalizada para gestionar los errores de forma constructiva.
Respecto a la cultura empresarial, Cantera afirma que no se cambia de golpe, sino evoluciona. Muchas veces se intenta transformar una cultura con cambios drásticos, cuando lo adecuado sería introducir ajustes graduales.
Javier advierte sobre un error común, el dejar que la cultura se quede en meras palabras. Para que tenga valor, debe traducirse en comportamientos diarios. Porque, al final, la cultura no se construye con grandes discursos, sino con pequeñas actitudes cotidianas repetidas por cada persona dentro de la organización.
Uno de los mitos que desmonta es la idea de que una buena cultura es aquella en la que no hay conflictos. Para él, una cultura sólida es precisamente la que sabe afrontar y resolver los problemas con eficacia.
Javier nos remarca que lo que realmente necesita una empresa es tener un propósito claro: identificar qué quiere ser de mayor, hacia dónde quiere ir. Solo a partir de esa definición es posible crecer de forma sostenible y coherente.
Hablando sobre el libro “Si Leonardo da Vinci fuese tu CEO”. Él se posiciona como un humanista tecnológico. Nos argumenta que, aunque la tecnología está aquí para quedarse, hay que ponerle siempre una capa de humanidad.
La gran preocupación que nos presenta es que los CEO vivan la inteligencia artificial como un proceso operativo y no como un proceso transformacional. No se trata de reducir costes de contratación o gestión, sino de formar y apoyar a los empleados para que utilicen la IA como un recurso para potenciar su desempeño.
Presenta la creatividad como algo fundamental en la sociedad y que la IA nunca llegará a replicarla plenamente. Por eso la capa de humanismo es tan importante. “La inteligencia artificial nunca entenderá el dolor de la pérdida de un ser querido”, nos plantea Cantera.
En todos estos años, la visión de Javier Cantera ha evolucionado respecto al liderazgo de personas. En sus más de 40 años de experiencia, ha pasado de estar en un contexto en el que se priorizaba una visión económica y basada en costes de los recursos humanos, evolucionando hacia una etapa centrada en los aspectos jurídicos y la regulación de los derechos laborales. Finalmente, en la visión actual, las personas ocupan un papel mucho más central.
En este contexto actual converge todo: la parte económica, la parte jurídica y la parte humanista.
Después de la pandemia, ha habido un cambio de paradigma. La forma de entender el trabajo y las nuevas generaciones ha cambiado mucho. La escalabilidad era el elemento fundamental en el pasado, antes se buscaba tener un gran despacho y una tarjeta de que reflejara un cargo importante.
Hoy, las personas priorizan el bienestar, tanto en sus condiciones laborales como en la coherencia entre su propósito personal y el de la empresa.
Si las empresas quieren personas comprometidas y prosperidad de su marca, tienen que buscar esa alineación del propósito empresarial con el de sus empleados. Las políticas de recursos humanos han cambiado completamente en los últimos años para facilitar esa alineación.
Javier Cantera explica que la gran ventaja competitiva hoy es co‑crear los procesos junto a los propios empleados. Esa tecnología permite adaptar la gestión a cada perfil, comprender sus necesidades y ofrecer respuestas personalizadas. La clave está en combinar conocimiento co-creado y una gestión personalizada.
Para conseguirlo hace falta mucho people analytics, es decir, analizar datos de cada organización para diseñar soluciones específicas para problemas concretos que generen valor real.
Para finalizar, Javier nos habla sobre los perfiles profesionales que serán más buscados de cara al futuro. Nos habla de los profesionales híbridos, perfiles que no solo están especializados en un ámbito, sino que destacan por su creatividad a la hora de combinar conocimientos y ofrecer de este modo un aporte más amplio.
También habla de los perfiles antifrágiles: personas que convierten cada fracaso en una oportunidad de aprendizaje. Añade un tercer perfil, el “rebelde honesto”, que reta internamente sin romper la cultura y pone sobre la mesa soluciones practicables. La suma de esas cualidades forma, a juicio de Cantera, el perfil profesional perfecto del futuro.
Las empresas que quieran mantener a estos profesionales deberán apostar por políticas de bienestar auténticas, centradas en la experiencia diaria del empleado. Medir y personalizar con datos de personas ayuda a que ese bienestar no se quede en eslogan. El bienestar, más que el salario o el cargo, será la verdadera ancla de compromiso y permanencia. Cuando ese bienestar se viva en el día a día, el talento híbrido, rebelde y antifrágil se quedará.
